
"A los españoles les gusta el fútbol, pero no pagar por ello". Antonio Coimbra, consejero delegado de Vodafone España, resume con esta frase el sentir de un mercado resignado -un año más- a rascarse el bolsillo para pagar los sueldos de las estrellas del balón y financiar la fiesta del deporte rey.
Sin embargo, todo apunta a que los españoles acabarán pagando con creces no sólo los goles de sus ídolos sino que, además, verán encarecer las tarifas de la totalidad de los servicios. No queda otra. Basta con aplicar cuatro reglas de aritmética.
Tras largos de meses de negociaciones, Telefónica accedió días atrás a comprar los derechos del mejor fútbol para las tres próximas temporadas. Primero conquistó los partidos de LaLiga a cambio de 2.940 millones de euros, a razón de 980 millones por año.
Después hizo lo propio con la Champions League y Europa League, con otros 1.080 millones de euros (360 millones por curso). En el precio pagado por Telefónica por La Liga ya se incluye los derechos del Partidazo (un encuentro por jornada del Real Madrid o Barcelona), que cuestan 250 millones anuales hasta el fin de la temporada 2018-19 que comenzará el próximo agosto. En total, la suma de todos los conceptos arroja una inversión de Telefónica por cada temporada superior a los 1.340 millones de euros.
Según los datos del primer trimestre del año, Telefónica España cuenta con 3,9 millones de clientes de TV de pago. No obstante, según estiman fuentes del mercado, apenas 1,5 millones de españoles está dispuesto a pasar por caja para disfrutar de su equipo en televisión. La división del coste total entre la cifra de usuarios potencialmente interesados por el fútbol daría un importe de 8930 euros al año, es decir, 74,5 euros al mes. Es decir, sólo el coste del fútbol comparable con el actual precio promocionado del Movistar Fusión+ Fútbol, de 77 euros al mes, que además de la televisión de pago con fútbol también incluye fibra óptica de 600 Mbps, llamadas ilimitadas de fijo y de móvil, esta última con 10 GB de datos y una segunda línea adicional.
No obstante, Telefónica atesora un as en la manga: rápidamente empezará a recuperar sus inversiones futbolísticas en cuanto revenda sus derechos a otros competidores interesados en este tipo de contenidos premium.
"Hemos llegado a la situación absurda de que aunque perdamos a todos los clientes de golpe, ese desastre no saldría más rentable que pagar el fútbol"
Orange ya ha mostrado su voluntad de alcanzar un acuerdo para así no privar a sus clientes de lo que más les gusta. Por su parte, Vodafone ha anunciado esta mañana que no lo ofrecerá, y es que el operador rojo tiene muy claro que no le salen las cuentas si no se cambia el modelo de explotación comercial.
"Hemos llegado a la situación absurda de que aunque perdamos a todos los clientes de golpe, ese desastre no saldría más rentable que pagar el fútbol", dijo Coimbra a principio de año. Entonces, el mismo directivo argumentó que si tuvieran 400.000 abonados que pagaran por el fútbol, con una factura media de 80 euros y un margen bruto del 50%, el ingreso anual será de 192 millones de euros. Por el contrario, si Vodafone renunciara al fútbol y todos sus clientes se marcharan a otro operador, las pérdidas seguirían siendo inferiores a los costes del fútbol, de más de 200 millones anuales relacionados con el deporte del balón.
Dicho lo anterior, Coimbra lanzó esta semana un mensaje a navegantes, durante su intervención en el Summit de Digitales: "Seremos muy vigilantes para que Telefónica no pueda compensar los costes del fútbol a través del empaquetamiento de servicios, estrategia que puede hacer daño a todo el sector, dada la posición de dominio de Telefónica, con una cuota del 80% de los ingresos en TV de pago".
Avisado queda el mercado.