Opinión

Qué esperar de los emergentes asiáticos

Desde el inicio del año en Asia los mercados han respondido con volatilidad a las señales confusas de los mercados desarrollados y emergentes. En Estados Unidos los datos sobre salarios y las tasas participación han subido levemente al mismo tiempo que los sueldos del sector privado se desaceleraban, justificando una segunda subida de los tipos de interés por la Reserva Federal. En China el crecimiento de un 6,7 por ciento en el primer trimestre ha sido eclipsado por una subida del crédito, que pone en duda el compromiso de Pekín con las reformas. Con la incertidumbre política, incluyendo el Brexit, puede volver la preferencia por las posiciones largas en dólares que predominaron en el mercado a principios de 2016.

Las economías emergentes asiáticas mejorarán su posición en la segunda mitad del año en comparación con los seis meses anteriores cuando reinaba un dólar más fuerte. En primer lugar, las tasas de interés reales se mantienen positivas, particularmente en China, India y la mayor parte de la ASEAN. Aunque el efecto base de 2014 se ha eliminado a la vez que se elevaban los precios del petróleo a principios de 2016, los niveles de inflación se mantienen en una región importadora neta de energía. En segundo lugar, las mejoras en las condiciones de intercambio son evidentes debido a los superávit en sus cuentas. Los productores de materias primas asiáticos más expuestos al ciclo global han sufrido una reducción de su déficit en su cuenta corriente debido a la reducción de las importaciones. Las tasas de interés positivas permiten a los bancos centrales mantener políticas monetarias expansivas. En un bloque económico con superávit en cuenta corriente el ahorro excede al gasto, por lo que no es necesario devaluar la moneda para mejorar los términos de intercambio. Esto es importante ahora que se cuestiona el contexto y la vulnerabilidad de un dólar más fuerte. Como el crecimiento global se mantiene por debajo de la tendencia, creemos que no se contraerá por un dólar más fuerte. Las tasas de interés positivas antes mencionadas junto al superávit en cuenta corriente protegen el valor de los activos locales, lo que se hace evidente en la apreciación de las divisas asiáticas. Esto es aún más palpable en la ASEAN, donde las divisas de las naciones más grandes se han apreciado entre un 3 por ciento y un 9 por ciento a principios de año. La apreciación de las divisas es un alivio para los políticos, pero no una panacea que pueda reemplazar las reformas.

Los datos de reservas en moneda extranjera de China en abril fueron superiores a los de marzo debido a una reevaluación gracias a la debilidad del dólar. Aunque menos severa que a principios de año, la reevaluación refleja el hecho de que los inversores continúan esperando mejoras visibles que promuevan una economía de mercado más liberalizada. Recientemente se ha hecho evidente en India, donde una nueva ley de insolvencia fue aprobada mientras que Indonesia y Myanmar están buscando consolidar las normas burocráticas que han desanimado las inversiones. En las recientes elecciones en Filipinas el antiguo alcalde de Davao, Rodrigo Duterte, que hizo campaña con un discurso proteccionista, defendió aumentar los niveles de propiedades extranjeras para impulsar políticas de crecimiento. Esta promesa, si se implementa, podría asegurar el crecimiento a medio plazo.

Un crecimiento débil no es deseable, pero es preferible a una recesión. Si el dólar se fortalece por las expectativas de una subida de tipos de la Reserva Federal o por la inestabilidad política en Europa, las tasas de interés positivas y los superávits en cuenta corriente deberían echar un cable a la estrategia económica de los países emergentes asiáticos por la disponibilidad de liquidez y rendimiento del ahorro.

Este verano, en lugar de recurrir a los cócteles, los mercados prefieren mantener la sobriedad ya que la volatilidad fruto de un dólar más fuerte podría ser difícil de tragar.

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