El general George S. Patton fue el militar más relevante de la Segunda Guerra Mundial. La historia le muestra como un estratega férreo, duro, invencible. El californiano, considerado un genio en la disciplina táctica, contribuyó a sepultar aquella Alemania nazi. Su sobresaliente ejecución estratégica a través de brillantes hitos tácticos lo han convertido en todo un modelo de liderazgo operacional. Como decía el general, las buenas tácticas pueden salvar incluso la peor estrategia, pero las malas tácticas destruirían incluso la mejor de todas ellas.
Pues bien, por la capital de la Costa del Sol, los errores tácticos de Menéndez acabarán dilapidando su estrategia en Unicaja. Si Patton levantara la cabeza, ya le hubiese dado vacaciones al de Marchena. Y es que Medel lleva dos chinas en el zapato: La ministra Calviño y un último actor que nadie esperaba, la ciudad de Málaga.
Nunca en la historia de las finanzas modernas se recuerda una situación como la que vive la entidad bancaria Unicaja. El quinto banco español sufre una peligrosa crisis de gobernanza en la que capricho, ambición y ego están provocando la llamada de los reguladores, gobierno e instituciones internacionales. La comprensible huida de consejeros top, debido a injerencias en la gobernanza, han convertido la sede de la Avda. de Andalucía en la bocana de un metro por la que entran y salen consejeros sin ton ni son. Un despropósito para una entidad que, exclusivamente en el plano operacional, ha sabido construir una robustez inusual en ratios de solvencia al auspicio de sus modelos de gestión de riesgo.
Así las cosas, si el inicio de la transacción ya venía viciado con una ecuación de canje que dejaba la prima de control pagada por los accionistas de Unicaja más cara de la historia (y es la más cara porque no se ejerce control alguno), lo que ha venido después no es comprensible. Las ansias de Medel por controlar la entidad combinada requerían de un lugarteniente de confianza que ejecutara su errónea táctica cortoplacista de borrar todo lo relacionado con Unicaja y con Málaga, en beneficio de la cúpula de Liberbank. Esta situación irregular subvierte dramáticamente la posición de canje y, lo que es peor, ha dejado a Menéndez en una situación insostenible con la ciudad. Nadie esperaba la respuesta de Málaga (denuncias y plataforma ciudadana incluida).
Málaga es una ciudad fenicia, cosmopolita e internacional. Algo conformista. Una urbe que es de todos pero que, a la vez, no es de nadie. Y eso es lo que parece, pero no es así. Málaga deja hacer, da cobijo y permite transaccionar libremente. Es la ciudad con mayor potencial del sur de Europa. Pero Málaga no permite que se la maltrate y empieza a reaccionar. Con la clase política maniatada (ya nos explicarán algún día por qué) el presidente de la Fundación tenía vía libre para ejecutar su plan, pero no contaba ni con el movimiento de la ciudad ni con la ministra de Asuntos Económicos que ha exigido la elaboración de un informe que valore su idoneidad. Medel ha pinchado en hueso con Calviño.
En esas, es importante no hacer demagogia cuando se le pide a las instituciones públicas que tomen cartas en el asunto, pues no se insta a la clase política para que interfiera en la gestión de una entidad privada (que tampoco lo es en cierta forma) sino para que vele por el cumplimiento de las posiciones alcanzadas en la ecuación de canje, que están siendo adulteradas en perjuicio de Andalucía. El error en el planteamiento de Medel le hace un flaco favor a Menéndez que, con su experiencia, se está granjeando la animadversión del principal goodwill del banco: los ciudadanos malagueños y andaluces.
Málaga es una base de operaciones perfecta desde donde dirigir una entidad financiera. Sorprende en este sentido cómo grandes bancos como BBVA tienen en Málaga importantes centros administrativos o que la misma Citigroup haya elegido recientemente Málaga para su nuevo `hub´ europeo de jóvenes expertos en finanzas y que, sin embargo, Menéndez haga justo lo contrario desplazando servicios a otras localizaciones, además de forma precipitada, tirando por tierra el arraigo ganado en la provincia. Sin duda, un movimiento con riesgos.
En resumen, Menéndez ha seguido la táctica errónea de Medel, pues la suya debería haber consistido en proteger y respetar a los puestos intermedios verdes, haber hecho un reparto más equitativo y justo de cargos (acorde al canje), dejarse querer por la ciudad, seducir y convencer. Menéndez podría haber provocado el sí de todos los stakeholders, incluido el de la ciudad. Y, todo ello, pese al alarmante inicio de la combinación. Pero no ha sido así y el camino recorrido pudiera ser de difícil retorno. Lo cierto es que ayer Málaga recibió un bofetón con la renovación de los consejeros tránsfugas (pues desobedecen a la ciudad), situación claramente antinatura y un atentado contra todo principio ético.
Además, Medel acudió ayer a la reunión del Patronato desoyendo el clamor de las instituciones que le habían instado a que no se presentara para evitar un conflicto de interés. Medel le lanza un órdago a Calviño. Cuidado.
El militar chino Sun Tzu dijo que la estrategia sin táctica es el camino más lento hacia la victoria y que las tácticas sin estrategia son el ruido antes de la derrota. Pues eso, táctica desacertada y una estrategia que, además de ruido, está dejando un reguero de sangre. Hay que enderezar esto por el bien del banco, de la ciudad y de sus gestores. Está siendo lamentable. Nadia, estamos en tus manos. Más Responsabilidad equivale a más Economía.