El repliegue progresivo de las compras del BCE hará que España tenga que acudir con más asiduidad a los mercados para financiarse. En este contexto, el Tesoro palía con éxito el impacto al mantener las emisiones en 2022, por el menor volumen de vencimientos.
Esto será posible por la adecuada estrategia del organismo de evitar colocar las necesidades de financiación ocasionadas por la pandemia vía letras a corto plazo. Con ello, el Tesoro ha preparado su cartera para la eventual normalización de la política monetaria en Europa. Sin duda, esta anticipación protegerá a España en 2022. Pero el alto peso de la deuda nacional, que ya supera el 122% del PIB, supondrá un serio riesgo a medio plazo si se endurecen las condiciones del mercado.