
El futuro relevo en la cúpula de Inditex provocó un importante revuelo en los mercados. Tras conocerse que Marta Ortega sustituirá a Pablo Isla en la Presidencia desde abril, y que Óscar García Maceiras será consejero delegado, la acción del gigante textil bajó un 6%, lo que supuso su mayor descenso en una sola sesión desde mayo de 2020.
Resulta inevitable que los cambios en la cúpula de una empresa tan relevante provoquen turbulencias en el ánimo de los inversores. En el caso de Isla, esa regla se cumple con especial intensidad, considerando la luna de miel que los inversores y el todavía primer espada de Inditex viven desde 2005, cuando este último fue nombrado vicepresidente y consejero delegado del grupo. No en vano, en los más de 15 años ya transcurridos, el valor en bolsa de la empresa se ha multiplicado por siete, lo que quiere decir que se ha incrementado en más de 80.000 millones de euros. Con todo, no hay razón alguna para que la inquietud que han mostrado los mercados sea duradera. La futura presidenta del consejo de administración cuenta con un perfecto conocimiento de la empresa en todas sus áreas, especialmente en los tres ámbitos clave (diseño, logística y fabricación) dentro de la revolución digital que el textil experimenta.
Los inversores pueden estar tranquilos ante un traspaso de poderes meticulosamente diseñado hace meses
Por su parte, García Maceiras cuenta con un perfil semejante a Isla (ambos son abogados del Estado) y todo apunta a que su fichaje, en marzo pasado, fue parte de un traspaso de poderes meticulosamente diseñado por Ortega e Isla hace meses. Este último es precisamente el aspecto que más tranquilidad debe transmitir a los inversores. Con tanta discreción como eficacia, Inditex ha diseñado una transición ordenada alejada de toda improvisación.