
Llevamos semanas viendo cómo el precio de la luz alcanza máximos históricos. La mala noticia es que la situación no va a variar mucho lo que resta de año y, lo más probable, es que se extienda hasta la próxima primavera. ¿Por qué? Fundamentalmente, por dos razones: los altos precios de los derechos de emisión de CO2 y el encarecimiento del gas natural.
Por eso, ahora más que nunca, es el momento de pensar en alternativas que nos permitan aliviar las actuales subidas de precio y cualquier posible variación futura en el mercado. Y una de ellas es, sin duda alguna, dar el paso hacia el autoconsumo: la mejor solución energética inteligente a la hora de conjugar sostenibilidad y ahorro. Permite empoderar al consumidor, a través del total control de la producción y consumo de energía, mientras le ayuda a ahorrar en la factura de la luz. El año pasado se instalaron 596 MW de nueva potencia fotovoltaica en instalaciones de autoconsumo en España -un 30% más que en 2019, según UNEF- o, lo que es lo mismo, el equivalente al consumo total de unas 300.000 viviendas. Todo apunta a que en 2021 seguiremos en esta línea. Puede que incluso la superemos.
Sin embargo, y a pesar del impacto positivo del autoconsumo solar, los españoles siguen teniendo barreras que les impiden dar el paso definitivo a la hora de instalar paneles solares sobre sus tejados. ¿Cuáles? Según un estudio que hemos realizado desde ei energía independiente, la principal razón por la cual no se animan a dar el paso es la inversión inicial (63%), seguida por la logística de la instalación -como los permisos del Ayuntamiento, la duración de las obras, etc. (53%)-, el coste de mantenimiento de los propios paneles (47%) o porque consideran que la tecnología no está lo suficientemente desarrollada (23%).
¿Qué nos demuestran estos resultados? Que todavía existe un gran desconocimiento por parte de la población en materia de autoconsumo energético. Las instalaciones son cada vez más rentables y los plazos de amortización, más cortos. De hecho, es posible que se pueda amortizar antes la inversión con los precios de la electricidad tan altos, entre seis y siete años. Y, mientras tanto, se produce un ahorro en la factura de la luz.
Por otra parte, ya son 11 las comunidades autónomas que han eliminado el trámite de solicitud de licencia de obras para las instalaciones de autoconsumo. Un incentivo que se suma a la inminente concesión directa de subvenciones al autoconsumo para particulares, por parte de las CCAA, con una dotación de 200 millones de euros. Una ayuda que permitirá a los consumidores ahorrar entre un 15% y un 50% en el coste de su instalación, en función de la potencia contratada. Por no hablar de las soluciones de financiación a medida ofrecidas por las compañías.
Bajo estas circunstancias, no es de extrañar que Holanda, Alemania y España sean los países que generaron la mayor cuota de electricidad con energía solar este verano, llegando casi al 20%, según datos del organismo de estudios energéticos Ember.
Y es que los españoles, a pesar de las barreras existentes producto de la desinformación, son conscientes de las ventajas del autoconsumo. Dos caras de la misma moneda. Siguiendo con los resultados de nuestro estudio, los principales beneficios señalados son el ahorro económico a medio-largo plazo que permite la instalación (60%), las ayudas y subvenciones existentes (53%), el hecho de que se trata de una opción más sostenible (45%) o la posibilidad de vender la energía que no se consume (32%). Y no les falta razón.
Estamos en un momento idóneo para replantearnos nuestra manera de consumir energía. Si queremos que el autoconsumo energético sea la solución, es necesario que los agentes implicados en el cambio nos responsabilicemos y aseguremos de que los consumidores estén bien informados de todas las alternativas disponibles en el mercado.