
Hoy termina el veto impuesto por el BCE al reparto de dividendos en el sector financiero europeo. Se trata de una medida tomada en marzo de 2020 que pierde todo su sentido en un contexto tan dispar como el actual, en plena recuperación económica.
Con todo, pese al retroceso de la crisis, los bancos españoles liberarán pagos atractivos por su rentabilidad pero aún inferiores (con la excepción de BBVA) a los niveles previos a la epidemia. Se trata de una decisión en línea con las advertencias que todavía lanza el BCE y que refuerza el Banco de España. Nadie duda de que la situación ha mejorado mucho, pero la crisis sigue siendo imprevisible y es necesario que los bancos mantengan el refuerzo de sus colchones de capital.