
El Congreso convalidó el decreto que rebaja temporalmente, del 21 al 10%, el IVA del recibo de la luz. La impulsora de esta medida, la vicepresidenta Teresa Ribera evitó todo triunfalismo, una actitud coherente considerando la sucesión de registros históricos que el precio de la electricidad muestra en julio.
Es más, Ribera admitió que no hay previsión alguna de que esa situación vaya a cambiar. Lo impedirá, sobre todo, el funcionamiento propio de un mercado marginalista como el español, en el que el precio de las fuentes de energía más caras se impone al propio de las renovables, siempre más baratas. Mientras no haya cambios en ese protocolo, unas modificaciones que Ribera apoya pero que tiene que negociar con la UE, medidas como rebajar el IVA tendrán una utilidad nula.