
El pronóstico de los beneficios empresariales para 2022 a ambos lados del Atlántico mejora, en promedio, un 10% respecto a lo esperado en enero. Ese incremento sería anómalo en cualquier otro año, ya que lo usual es que las previsiones sobre las ganancias se maticen y moderen conforme avanzan los trimestres.
Pero, en este ejercicio, la mejoría se basa en el avance más rápido de lo augurado que muestra la recuperación económica y que impulsa a los valores cíclicos. Es cierto que hay nuevos riesgos, en especial el que representa el repunte de la inflación, pero el encarecimiento de las materias primas es un viento de cola para sectores como el petrolífero. Por tanto, las previsiones de beneficio de 2022 son inusuales pero obedecen a una lógica fiable.