Menos del 10% de los asesores bursátiles consultados en el sondeo de EFPA y elEconomista considera reducir su exposición a la renta variable a corto plazo. Esta tranquilidad puede sorprender considerando cómo el repunte de la inflación cambia el escenario económico a escala global. Hasta el punto de que la Fed adelanta su calendario de alzas de tipos y puede iniciar la retirada de estímulos en el otoño.
Con todo, es lógico que los asesores escuchen también el mensaje optimista de los bancos centrales, que califica de "transitorio" el actual alza de precios, y que valoren los efectos positivos de la recuperación económica ya en marcha. Precipitarse y optar por abandonar ya la renta variable puede suponer un coste de oportunidad demasiado alto.