
La crisis sanitaria global sin precedentes que hemos sufrido a causa de la Covid 19 nos ha permitido darnos cuenta de lo que supone una variación de 1,5 grados. Al igual que cuando la temperatura corporal de un ser humano aumenta 1,5º y alcanza los 38º este se enfrenta a una situación de peligro, lo mismo ocurre con nuestro planeta.
Si la temperatura media de la Tierra aumenta 1,5º con respecto a la época preindustrial, muchos seres vivos se enfrentarían a una crisis de supervivencia, con lo que evitarlo se ha convertido en un reto vital para la humanidad.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la temperatura media de la Tierra en 2020 fue de 14,9º, 1,2º por encima de la tomada como referencia. Es decir, solo contamos con un margen de 0,3º. La crisis climática no es un problema que pueda resolverse entre uno o dos países, por lo que es importante que la comunidad internacional actúe de forma conjunta. La cooperación internacional es más necesaria que nunca.
A pesar de los esfuerzos realizados hasta ahora - la Convención sobre Cambio Climático de 1992, el Protocolo de Kioto de 1997 y el Acuerdo de París de 2015 son algunos ejemplos de este trabajo- la humanidad aún no ha podido responder de manera eficaz a este desafío; cuando estamos a menos de una década para lograr los objeticos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
En este momento crucial, hoy se celebra la Cumbre P4G de Seúl, una iniciativa global para acelerar la respuesta al cambio climático y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible auspiciada por el gobierno coreano. Bajo el lema 'Realización de una Visión Neutra en Carbono a través de la Recuperación Verde Inclusiva', durante dos días se han reunido los líderes de los países miembros del P4G como la República de Corea, Dinamarca y Colombia, así como los de otros países que lideran la estrategia contra el cambio climático, entre ellos, España, representada por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez.
En un momento en el que los estados hacen lo posible por recuperarse del impacto económico sufrido por la crisis del Covid-19 y diseñan políticas de recuperación, tanto el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del gobierno español, como el "Korean New Deal" del gobierno coreano se sustentan sobre los mismos ejes: la consecución de una transición hacía una economía digital sostenible.
Del total de 70.000 millones de euros que movilizará el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España en el periodo 2021-2023, un 40,29% de las inversiones deberá contribuir a los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático, así como a la meta de plena descarbonización de la economía. De la misma manera, Corea movilizará 140.000 millones de dólares para el "Korean New Deal" que busca la transición hacía una economía verde en sectores clave tales como la energía, la vivienda, la movilidad y la industria. El gobierno de Corea planea construir 230.000 edificios sostenibles, producir más de un millón de coches eléctricos y apostar por establecer proyectos de energías renovables para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Ambos planes van, además, acompañados de una fuerte política social inclusiva para que nadie quede fuera del proceso de recuperación. Una política inteligente para aprovechar el esfuerzo de superación de esta crisis, que nos permita afrontar los retos del futuro y lograr una sociedad neutra en carbono en el año 2030.
Espero que la Cumbre P4G de Seúl pueda ser una gran oportunidad para compartir con otros países nuestras experiencias y principales políticas encaminadas hacia la transición ecológica y digital de nuestras economías, y acelerar las acciones de la comunidad internacional para hacer frente al reto del cambio climático.