Las noticias sobre los matrimonios bancarios inundan los medios. Pero, poco se comenta sobre las implicaciones tecnológicas de estas operaciones cuando precisamente es uno de los aspectos más espinosos. ¿Qué hay detrás de las integraciones de sus plataformas? ¿Cuáles son los principales riesgos y cómo pueden afectar al cliente?
En cualquier fusión bancaria, tarde o temprano se va a producir una integración de plataformas a nivel tecnológico, un proyecto complejo y que siempre va acompañado de algunos riesgos pero que también es una gran oportunidad de optimización. Normalmente se decide qué plataformas va a ser la "vencedora", lo que acostumbra a coincidir con aquella de la entidad compradora. También existen otros modelos mixtos en los que se juega con ambas o incluso hay opciones de aprovechar para crear una plataforma completamente nueva.
Una vez tomada la primera decisión, llega el momento de permitir a la plataforma que opere de forma neutral, modificándola para que cubra todas las casuísticas de los nuevos productos que se añaden con la fusión.
El siguiente paso es realizar los cambios de infraestructura necesarios para soportar los nuevos volúmenes de operaciones. Es un punto clave especialmente cuando la fusión se realiza entre entidades con tamaños importantes. En el caso de CaixaBank y Bankia, los volúmenes de operaciones finales serán altísimos y, al ser dos bancos de tamaño muy parecido, la coordinación y la gestión puede comportar algunas complicaciones y choque entre egos. Por ello, es imprescindible que el equipo de migración esté bien coordinado y trabaje de forma eficiente y transparente.
En paralelo, hay que plantearse cómo se migrarán los datos de los clientes de la segunda entidad. Comparándolo con una mudanza, antes de llevárnoslo todo, es posible eliminar aquello que nos sobra y, también, aprovechar para tener bien limpio y ordenado lo que nos vamos a llevar. Volvamos al contexto bancario, normalmente se necesitan meses para lograr un correcto mapeo del dato de una entidad a otra. Se trata de una tarea rigurosa y que requiere mucho conocimiento del dato de las partes implicadas.
En general, se necesitarán meses de pruebas, varios ciclos enteros para asegurar que todo funciona correctamente y que no hay errores "el día D". Para ello, es imprescindible estresar al máximo los sistemas con volúmenes altísimos de operaciones, para asegurar que aceptarán los nuevos números diarios de la operativa bancaria. El gran reto suele ser el calendario ya que estas operaciones suelen hacerse en un tiempo limitado cuando, en realidad, son proyectos faraónicos con mucho trabajo y muchos recursos implicados a la vez.
Riesgos y errores a evitar
Como ha sucedido en fusiones anteriores, el principal riesgo es que el banco o que alguna funcionalidad importante deje de funcionar durante horas o días, ya sea porque la migración de datos haya ido mal o porque los sistemas no soporten las nuevas operaciones por funcionalidad o volumen. Es un riesgo muy elevado ya que puede acabar teniendo un impacto reputacional en la organización, sobre todo por la rapidez y viralidad con la que hoy se difunden este tipo de problemas.
Otro error muy común es no tener control del dato que se migra. Por ello, es primordial realizar pruebas exhaustivas e involucrar a los equipos de operaciones que son vitales para los problemas que puedan surgir tras la migración.
La integración de las plataformas es un proceso muy complejo que está repleto de riesgos
Para minimizar estos riesgos, hay cinco pasos básicos para acometer con éxito cualquier integración bancaria:
1. Disponer de equipos experimentados con conocimientos funcionales y técnicos tanto de las aplicaciones de origen como de destino.
2. Intentar huir de nuevas infraestructuras, apostando por las ya existentes y disminuyendo así el riesgo de lo desconocido y los potenciales problemas.
3. Realizar ciclos de testing completos y exhaustivos.
4. Hacer pruebas de stress para todas las situaciones de disponibilidad y demanda.
5. Involucrar a los departamentos de negocio y operaciones desde el principio y sobredimensionar los call center para responder a los clientes de forma rápida y eficaz.
En definitiva, la migración es uno de los momentos más complicados en una fusión bancaria y es mejor no infravalorar ningún riesgo. Hay que asegurar que se cuenta con los mejores perfiles técnicos y funcionales, independientemente de la entidad para la que trabajaran antes de la integración. También es vital la calidad del dato a migrar y que la nueva infraestructura esté lista y dimensionada al volumen final.