Repsol acometerá la adaptación de su dividendo al difícil contexto económico actual, especialmente en el mercado del petróleo, lo que le permitirá reforzar su balance. En concreto, la multinacional aplicará un notable recorte, de hasta el 45%, de esa remuneración.
Ahora bien, conviene poner en contexto esa reducción para calibrar su alcance verdadero. Dejando a un lado la excepción de Total, el sector de las petroleras ha presenciado disminuciones mucho más agresivas de los pagos a los accionistas. La cuantía roza el 70% en el caso de Equinor o BP. Como resultado del esfuerzo de Repsol, los 60 céntimos por acción que pasará ahora a pagar a sus partícipes continuarán destacando entre las remuneraciones más atractivas respecto a sus comparables.