Opinión

Una recuperación aún más incierta

Muchas dudas frente a la recuperación anunciada por la vicepresidenta Nadia Calviño

El agravamiento de la pandemia en el presente mes ya ha tenido dos efectos de gran alcance para el conjunto de la economía española. Madrid vuelve a encontrarse cerrada, a través de un estado de alarma que amenaza con prolongarse más allá del día 23. Mientras, en Cataluña, toda una actividad, la hostelería, se ha visto de nuevo obligada a detenerse.

Los dos motores del PIB español se muestran así tocados en el comienzo del cuarto trimestre de 2020, lo que ensombrece aún más las perspectivas del cierre de año para la economía de nuestro país. Cada vez existe una certeza más sólida de que la campaña de navidad, incluido su inicio no oficial con las ofertas del Black Friday, será incapaz de paliar los estragos de un verano que quedó muy por debajo de las expectativas. En los sectores más dependientes del consumo propio de esas fechas, el comercio y la hostelería, se habla ya del cierre de 320.000 establecimientos y la destrucción de 1,6 millones de puestos de trabajo. Pero más allá de la navidad, la virulencia de los rebrotes, y las restricciones que conllevan, amenazan con daños en la demanda interna que actuarán aún bien entrado 2021. Las previsiones del Gobierno sobre la intensidad de la recuperación en ese ejercicio ya están en tela de juicio. El retraso en la recepción de las ayudas europeas y el surgimiento de nuevas amenazas (especialmente las posibles represalias arancelarias de EEUU cuando entre en vigor la tasa Google en enero) hacen muy difícil que se cumpla la previsión de Moncloa de un avance cercano al 10% el año próximo.

Los daños ya infligidos al consumo por los rebrotes abocan a dar por perdida también la campaña navideña

Si a ello se suma la persistente debilidad del consumo, en un contexto de total ausencia de reformas económicas, la esperada recuperación en V se convierte en aún más incierta.

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