Opinión

Flexibilidad del BCE a la altura de la crisis

Christine Lagarde, presidenta del BCE

El BCE se plantea la revisión a fondo del que aún es su mandato fundacional más importante: mantener la inflación en niveles cercanos pero siempre inferiores al 2%.

La coyuntura actual no tiene nada que ver con el escenario de finales de los 90 en el que ese objetivo se definió. De hecho, las economías del euro, ahora sumidas en una recesión sin precedentes, necesitan de presiones inflacionarias que reanimen la actividad de las empresas. Hace meses que la Fed asumió esta realidad y permitió una mayor banda de fluctuación para el IPC. En el caso del BCE, además, esta mayor flexibilidad garantizará que se eviten errores pasados, como el alza de tipos de que ordenó Jean-Claude Trichet poco antes del verano de 2008, con una crisis histórica ya en marcha.

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