El optimismo comprador que, en las últimas semanas, caracteriza a la bolsa europea se manifiesta también en su alumno más rezagado: el mercado español.
Hasta el punto de que el Ibex bate resistencias y es posible fijar su siguiente meta en los 8.000 puntos. Sin embargo, quienes quieran aprovechar ahora este rally europeo deben saber que han apurado demasiado los plazos. El rebote ha sido rápido y ya está muy avanzado. Por si fuera poco, se enfrenta a una prueba inminente. Las expectativas para la reunión de hoy del BCE están muy altas; todo lo que no sea una ampliación masiva de su programa de compra de activos decepcionará. Por ello, a la hora de entrar en bolsa, conviene aún ser cauto y esperar a una posible corrección.
