Opinión

La industria, clave para la recuperación

La industria azulejera ofrece sus recetas para afrontar la recuperación económica

El pasado 14 de marzo, el Gobierno de España decretó el estado de alarma, una medida que, desde entonces, se ha ido alargando con el objetivo de combatir la pandemia del Covid-19. Esta decisión ha obligado a muchas empresas a paralizar su actividad. Es el caso de algunos de los principales sectores económicos de nuestro país, como el ocio, la restauración o el turismo.

Estos sectores, junto a muchos autónomos y pymes, están atravesando graves dificultades, y, a pesar del comienzo de la desescalada, parece difícil que esta situación vaya a dar un giro de 180 grados a corto plazo. Así, la preocupación que desde el sector azulejero hemos transmitido desde antes del inicio de la crisis, queda confirmada con la realidad y con las previsiones del Banco de España, que estima una caída del PIB en España que podría ir del 9,5% al 12,4%, en función de las medidas que se vayan adoptando y de cómo se produzca dicha desescalada. Se trata de un descenso de una gran magnitud que superaría al de los cinco años que duró la pasada crisis, en los que la caída fue del 8,04%.

Es indudable que las consecuencias que la presente pandemia va a generar en nuestra economía van a ser notables y catastróficas. Ante este panorama, impulsar la reconstrucción económica se convierte en una tarea prioritaria, que recaerá sobre los hombros de sectores que, hasta ahora, habían quedado relegados a un segundo plano, como el campo y la industria. Dos sectores que se van a ver obligados a hacer frente a una labor muy difícil y sin apenas herramientas.

Urgen medidas que reactiven la demanda e inyecten liquidez a las empresas

Es por eso que, desde ASCER y otros sectores industriales, se reclaman con urgencia medidas contundentes que apoyen al tejido industrial. Necesitamos que las administraciones tomen decisiones urgentes que reactiven la demanda e inyecten liquidez en las empresas para que puedan reemprender su actividad de forma eficaz tras el frenazo radical que hemos experimentado.

De la mano de nuestra industria productiva, la solución para la futura recuperación puede estar más cerca de lo que pensamos, pero necesitamos ayuda. La tarea no es nada sencilla, máxime cuando en nuestro país estos sectores han sufrido un gran abandono, a pesar de ser imprescindibles en una economía consolidada. De hecho, en España, la industria apenas genera el 12% del PIB, 8 puntos por debajo del objetivo marcado por la Unión Europea.

La industria productiva es una gran dinamizadora de la economía y generadora de empleo de calidad, de empresas auxiliares y de puestos de trabajo directos e indirectos. Dicho de otra manera, puede ser un actor fundamental que impulse la recuperación económica. Si nos fijamos, por ejemplo, en el sector azulejero español, vemos que no solo es puntero en tecnología, innovación, diseño y calidad, sino que es una referencia a nivel mundial -estamos hablando del primer productor europeo y el segundo a nivel mundial por volumen. Nuestras empresas están muy digitalizadas y cuentan con una alta implantación de la industria 4.0, lo que sin duda las hace estar más preparadas para la recuperación y la adaptación a un nuevo paradigma productivo y de consumo. Un nuevo escenario donde va a tener también mucho peso la sostenibilidad, tanto de los procesos de fabricación como de los productos en sí, y donde los recubrimientos cerámicos tienen mucho que aportar. Nuestra industria es uno de los principales sectores industriales en superávit comercial para España, solo por detrás del material de transporte por carretera o del automóvil.

El sector azulejero ha registrado una caída de la demanda en el mes de abril del 50%, además de un descenso en la facturación del 45%, que equivale a 160 millones de euros. Pese a esta grave caída, las industrias de nuestro país están preparadas para afrontar los retos que plantea la actual crisis, así como para erigirse como impulsores de la economía hasta que el resto de sectores puedan reemprender su actividad. Pero eso será imposible sin un apoyo decidido por parte del Gobierno y de la UE. Desde ASCER, consideramos urgente la puesta en marcha de un plan que incluya no solo medidas de apoyo al trabajador, sino otras de índole económica que protejan al tejido social y empresarial y garanticen el empleo y la supervivencia de los distintos sectores.

Ahora más que nunca, las administraciones deben trabajar para reactivar la demanda, recuperar la actividad en el mercado doméstico y apoyar a los sectores productivos. Para ello, se deben tomar medidas que inyecten liquidez de una forma directa e inmediata, que impulsen a los sectores de la construcción, la reforma y la rehabilitación, y que favorezcan la mora de impuestos y las deducciones fiscales. Es el momento de que nuestro país deshaga el error histórico de olvidarse de nuestro tejido productivo, apostando de forma contundente por la industria y dotando a las empresas de las herramientas necesarias para adaptarse con garantías a una economía post-Coronavirus.

Se debe recuperar la actividad en el mercado doméstico y apoyar a sectores productivos

Cuando finalice el estado de alarma, y concluya la desescalada, nos enfrentaremos a un nuevo escenario en el que la recuperación económica será prioritaria. Con sectores como el ocio o el turismo comprometidos a corto-medio plazo, continuar ignorando a nuestra industria es un lujo que ningún Gobierno puede darse. Al fin y al cabo, sin industria, no hay futuro.

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