Opinión

Recesión, más gasto y mayores impuestos

Se prevé una subida "obscena" de impuestos

Ayer la parte económica del gobierno, de forma sibilina y de tapadillo, una vez más ha corregido una de las falsedades vertidas en las últimas semanas, esta vez económica. La recuperación de la actividad que ellos decían en "V", y que casi ningún economista se creyó, es falsa. Ahora lo reconocen: la recuperación será semejante al logotipo de la multinacional americana Nike, es decir, un caída abrupta con una recuperación suave y prolongada en el tiempo. En efecto las previsiones para este años son de una caída de la actividad, del PIB, de un 9,2%, cifrando en el próximo ejercicio una recuperación 5,7%. Aún creyéndome el escenario del crecimiento previsto, que no me lo creo, en el año 2021 la recuperación sería un 40% inferior de la caída.

Estos datos dan miedo y dejan un panorama desastroso para los ciudadanos: la tasa de paro prevista para este año será del 19%, bajando la misma en el año 2021 hasta el 17,2%. Es decir que la caída del paro en el año 2021 será de 1,8 puntos lo que en términos porcentuales es de tan solo un 9,4%.

Este Gobierno no tiene intención de recortar las innumerables partidas ineficientes

Decía que no me creo la tasa de PIB para el 2021 que Nadia Calviño nos ha anunciado pues va a ser mucho más raquítica. En el primer semestre de 2021, ya veremos si no son los tres primeros trimestres, previsiblemente continuaremos en recesión.

No me lo creo puesto que los impulsores del PIB se centran en tres pilares básicos. El primero reside en el mercado laboral y su fortaleza, pero no será ningún impulsor ya que, desde ahora, estamos condenados, según datos del Gobierno, a casi un 20% de paro al menos durante un año a partir del desconfinamiento. Ya veremos cuando aparezca la EPA del segundo trimestre el alcance del cañonazo provocado por este Ejecutivo, el cual nada nos ha dicho de qué medidas se van a articular, donde ni siquiera hablan con nadie, donde han abandonado a pymes, micropymes y autónomos a umbrales de pobreza desconocidos desde la década de los años 70. La ministra de Trabajo Yolanda Díaz, de Podemos, ya dijo y no ha corregido más que a medias que el sector de ocio y restauración se vería afectado hasta finales de 2020.

Vamos hacia un infierno fiscal que agudizará la auténtica pandemia, la económica

Un segundo pilar es la riqueza de los consumidores. Con unas pérdidas enormes en los mercados financieros, una caída del precio de la vivienda que diferentes organismos inmobiliarios o las mismas agencias de tasación dan por segura, y donde muchos ciudadanos además están tirando de sus ahorros, el panorama vuelve a ser desolador. ¿Cómo se va activar la confianza del consumidor con el panorama anteriormente descrito? ¿Cómo van a invertir las empresas? Sabemos que un indicador adelantado del PIB es la inversión en bienes de equipo, pues átense bien el cinturón, las previsiones dadas por el Gobierno pronostican una caída en ese capítulo del 25,5%.

El tercer pilar es la renta disponible de las familias y empresas, es decir la diferencia entre la renta brutas y los impuestos pagados. Auguro una caída estrepitosa de la renta disponible; así, el paro y la caída de la riqueza detraerán renta bruta y lo que es peor prepárense para los impuestazos que vienen. La subida de la presión fiscal de Cristóbal Montoro se va a quedar en anecdótica.

La inefable Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cifra el déficit para este año en un 10,38%. Algunas mentes brillantísimas como la de Unai Sordo, el secretario general del sindicato CCOO, sentencian que "cuando se habla de intervención bolivariana o bolchevique hay que analizar que los recursos movilizados por el Gobierno son parecidos a los que ha puesto en marcha Alemania". ¿Pero no será que Alemania tiene más ciudadanos que España, y su economía en términos de PIB es muy superior, además de tener una ratio de deuda bajísima sobre PIB y por tanto muchas más posibilidades de financiación? Él no tiene en cuenta todas estas circunstancias.

Este Gobierno no tiene ningún empeño en recortar las innumerables partidas ineficientes, menos en dejar de dar de emplear a sus acólitos, en suprimir ministerios, consejeros y demás cargos que nutren de mamandurrias a la casta socialista-comunista. Prepárense para una subida de impuestos obscena, un auténtico desvarío, una dilapidación de los recursos.

Veremos en el IRPF una subida de la imposición con nuevos tramos de renta. Probablemente el cómputo de las rentas del capital, conjuntamente con las del trabajo y otras actividades. Despidámonos de que hasta el 30% de las rentas del trabajo con un máximo de 8.000 euros puedan ser gasto deducible si se destina a un plan de pensiones. Veremos impuestos sobre la riqueza, quitando atribuciones a las autonomías en el tema de Sucesiones con elevación y armonización en todos los territorios, salvo los que están bajo los fueros vascos, aumentando fuertemente el IBI para viviendas desocupadas o de segunda residencia.

En fin un infierno fiscal que agudizara la auténtica pandemia, la económica. Los de Podemos deben estar encantados: se trata de socavar los cimientos para la bolivarización de nuestra economía.

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