
Como recordará el lector, "El Gabinete del Doctor Caligari" es una película de terror alemana de 1920, es decir, hace ahora un siglo exactamente. Ahora nos llega el "remake", una nueva película de terror, en este caso gubernamental y económico, de la mano de otro doctor, también de cine mudo porque de momento no dice ni pío, y con otro argumento: Sánchez y su gobierno socio comunista en brazos del independentismo. Si ya esto da miedo de por sí, el anuncio de sus medidas económicas convierte a este filme en una ficción más terrorífica que toda la saga de Frankenstein y Drácula juntas.
Sí, este Gobierno en lo económico puede ser una auténtica simulación, por eso debemos comprender, para mitigar nuestro miedo, que se están usando efectos especiales y trucos para que el espectador ciudadano no perciba lo que realmente va a suceder en el plató. De igual forma que lo verdaderamente firmado entre ERC y el PSOE solo se conoce y se conocerá parcialmente, lo que el políticamente terrorífico doctor y sus acólitos harán con la economía se ignora por completo, pues nos tienen tan acostumbrados al donde dije digo, digo Diego, que cualquier documento que nos muestren nace como papel mojado y aún la realidad puede llegar a empaparlo más hasta disolverlo como un azucarillo en un torrente. Pero dar miedo, por supuesto que lo da, tanto que las decisiones de inversión encuentran un motivo más para aplazarse o cancelarse.
Es imposible que el castigo a ricos y empresas llene las arcas para cumplir con Bruselas
Si en la película de Wiene un doctor hipnotista se vale de un sonámbulo para cometer asesinatos, en el Gabinete del doctor Sánchez, se invierten los papeles y es el doctor el sonámbulo que utiliza el hipnotista Iglesias para cometer su intento de asesinato de la economía. Es obvio que el comunismo pretende la destrucción del sistema capitalista, como hemos visto en Venezuela y en otros muchos lugares desde hace también un siglo. La diferencia es que estamos insertos en la Unión Europea, Dios sea loado, y el cumplimiento de la estabilidad presupuestaria es una obligación legal asumida por España. Esta circunstancia, añade ficción a los planes del doctor, pues es imposible que impuestos a los ricos y a grandes empresas puedan llenar las arcas públicas del dinero necesario para cumplir con Bruselas y hacer algo vistoso, además, razón por la cual el crimen fiscal acabará recayendo sobre las clases medias, esas que no saben lo que votan hasta que se ven con el agua al cuello.
Una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional solo servirá para incrementar las listas de parados
En esta nueva cinta, los crímenes más horrendos se intentan cometer sobre el empleo. Si aún genera dudas la capacidad de absorción por la economía española del aumento a 900 euros del SMI, intentar llevarlo en la legislatura a 1.200 euros en un momento de desaceleración de la economía y máxima debilidad del mercado laboral en años, es la expresión del mundo irreal en que se desarrolla este filme. Simplemente no se va a poder hacer y si se hace es una obviedad que aumentará la fila del paro y el Estado encontrará un nuevo motivo para desangrarse en el subsidio de desempleo. Si a esto añadimos la pretensión de devolver el poder a los sindicatos a través de los convenios colectivos sectoriales, la adaptación de las empresas al ciclo será más difícil, afectando también a la competitividad y, por ende, a la balanza comercial. No sabemos el final de esta película, pero podría acabar siendo el doctor un verdadero asesino en serie del empleo.
Puestos a cometer crímenes económicos, ahora le toca al mercado inmobiliario que comienza un ciclo descendente que se intenta rematar con medidas de intervención. Allá donde gobierna el populismo de izquierdas, las intervenciones de precios aceleran la destrucción de la economía de mercado, su objetivo prioritario. Cómo puede resistirse el hipnotista a llevar al sonámbulo doctor al huerto de facilitar la intervención en el mercado del alquiler, que sigue siendo débil en España y que por ese camino puede acabar catatónico, ahuyentando a inversores y enfriando proyectos.
Como en cualquier estreno, no podemos completar el spoiler. Lo original de este remake es que en este caso el doctor, que pasa por ser un mentiroso compulsivo, bien pudiera ocurrir que estuviera engañando a diestro y siniestro y firmando todo aquello que luego quedará en agua de borrajas, aunque esto sería suponer que tiene un plan alternativo y que de lo listo que es puede llevarlo a la práctica. Todo lo anterior es pura ficción, el único plan es mantenerse en el poder al precio que sea, sobre todo si lo pagan los demás, es decir, los españoles que perderán su trabajo, los que verán destruidas las instituciones y el imperio de la ley y los que esperan de quienes gobiernan, a falta de otras virtudes, por lo menos un poco de dignidad y patriotismo.