
Ryanair quiere extender a todas sus bases en España las duras condiciones que impone en Gerona para mantener sus puestos de trabajo. La aerolínea busca así que los trabajadores soliciten bajas no remuneradas o que recorten su jornada laboral y su salario al menos un 25 por ciento.
Exigencias como éstas implican una revisión radical del contrato de trabajo de sus empleados que la empresa impone individualmente a cada uno por carta, bajo la amenaza velada de llevar a cabo un ajuste como el que supuso la quiebra del touroperador Thomas Cook. Es muy cuestionable que una alteración tan profunda de las condiciones laborales puede acometerse en España de ese modo sin plantear un procedimiento colectivo como un ERE o un ERTE.
Relacionados
- Ryanair salva Gerona tras mandar al paro a la tripulación tres meses al año
- ¿Crisis en el low cost? Ryanair cerrará más bases y Norwegian vende su filial argentina
- Finaliza sin acuerdo la negociación del ERE entre Ryanair y sindicatos
- La Inspección de Trabajo vigila las negociaciones del ERE de Ryanair