Opinión

Riesgo intervencionista en vivienda

Los problemas del alquiler no justifican la intervención del mercado

Desde hace meses, son conocidos los apuros que los alquileres residenciales plantean, sobre todo en grandes ciudades. Un arrendamiento en Madrid y Barcelona absorbe cerca del 40 por ciento del sueldo de una familia media. Ahora bien, la nueva edición del informe mensual La vivienda a fondo, que elEconomista elabora con la colaboración de Century 21, Altamira y Aedas, muestra las dificultades que los ciudadanos también afrontan si se decantan por comprar un inmueble.

 Ahora se necesita un promedio de 7,3 años de salario íntegro para este inversión, cuando lo razonable según los expertos son cinco. Sin duda, muchos colectivos, especialmente los jóvenes, están en una situación crítica a la hora de acceder a la vivienda. Pero caer en alarmismos en nada contribuye a solucionarla. En primer lugar, debe considerarse que no hay una situación de burbuja y que la tensión que sufre el mercado no es general en España. Al contrario, se focaliza en las zonas turísticas y en las grandes urbes cuya importancia en las que la demanda de alquiler y compra crece trimestre tras trimestre. La solución pasa por incrementar allí la oferta. Y, para ello, nada sería peor que alterar el funcionamiento del mercado con medidas como intervenir los precios de los arrendamientos o forzar a los bancos a que concedan créditos suavizando sus controles de seguridad.

Los apuros crecen en el acceso al alquiler y la compra, pero esa situación no justifica que se distorsione el mercado

Mucho más efectivo resultaría liberar suelo en zonas tan congestionadas. Puede hacerse por la vía de ceder temporalmente la gestión de suelo de propiedad estatal (como ya anunció Fomento) o acelerar el lento ritmo de concesión de licencias por parte de los municipios. Con lo que nunca debería transigirse es con la creación de una inseguridad que ahuyente a inversores y propietarios.

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