
Bankia es el primer banco español que amplía su política de cobrar por los depósitos a su negocio de banca privada. No puede decirse que este paso, que sus competidores seguirán, traspase la línea roja que el sector se impuso de no penalizar a los particulares.
La tendencia que Bankia inaugura se resume en una extensión muy acotada de los pagos, ya que gravarán a clientes que operen como empresas y que generen pérdidas a la entidad. Además, el umbral a partir del cual se exigirán los cobros es alto: 500.000 euros. Sin duda, la dificultad que atraviesa el negocio bancario hizo inevitable que el cobro por custodiar liquidez sea más frecuente en España, pero las entidades ofrecen garantías de que lo aplicarán de modo limitado sin penalizar a la inmensa mayoría de sus clientes.