
El debate sobre qué cuantía deben alcanzar las indemnizaciones por despido sigue abierto en España. Este campo es aquél en el que la reforma laboral sufrió más reveses judiciales y, por ello, nuestro país continúa siendo un caso especial dentro de la OCDE.
No en vano los pagos que contempla para los empleados con antigüedad superior a 10 años son los más altos de las economías desarrolladas. Conviene buscar un equilibrio entre ese extremo y el que representan países como Italia o Suecia, donde no existe protección de este tipo. Deben estudiarse soluciones como la mochila austriaca que permiten que el trabajador cuente con una cobertura en caso de despido que él mismo controla, y que no se pierde en caso de que cambie voluntariamente de trabajo.