
El volumen de la facturación que Ikea tributa en Holanda suma 62.000 millones. Se muestra así que la multinacional mantiene con plena vigencia su práctica ya habitual de derivar los beneficios que obtiene en países como España a territorios de baja tributación.
Es legítimo que cualquier empresa recurra a todo medio legal que le permita reducir su factura tributaria. Sin embargo, la ingeniería fiscal de Ikea plantea problemas que rebasan con creces ese derecho. Sus operaciones para reducir el pago de impuestos en España obligaron a Hacienda a imponer una multa de 62 millones. Pero, además, Bruselas sospecha que la empresa cuenta con pactos con el Fisco holandés que constituyen ayudas de Estado, totalmente prohibidas en la UE.
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