
En 2019 la revalorización de pensiones vuelve a estar ligada al IPC. Este indicador muestra una fuerte moderación en los últimos meses, pero eso no quiere decir que el esfuerzo para la Seguridad Social vaya a ser mucho menor. Los cálculos más recientes prevén que la inflación cierre el año en el 1,1 por ciento, pero el alza de las pensiones se presupuestó sobre un pronóstico del 1,6 por ciento y los 625 millones que marcan la diferencia entre ambos valores ya se abonaron.
Se evidencia así la perniciosa rigidez que muestra la indexación de las pensiones al IPC y los apuros que plantea para ajustarla a la realidad económica. Mantenerla en 2020, como ya se pretende, equivale a seguir alimentando una preocupante alza del gasto que mina a la Seguridad Social.
Relacionados
- El Estado paga 625 millones extra en pensiones por el desvío de la inflación
- El gasto en pensiones se eleva en agosto hasta la cifra récord de 9.681 millones, un 5% más
- Pensiones: una visión realista de futuro
- La Seguridad Social comienza ya a recalcular las pensiones de jubilación con empleo a tiempo parcial tras la sentencia del Constitucional