
Algunas de las fábricas operadas por los grupos automovilísticos Volkswagen y Renault paralizarán sus operaciones la próxima semana por los cuellos de botella derivados de la guerra entre Ucrania y Rusia.
Concretamente, Volkswagen detendrá la producción en sus plantas de Zwickau y Dresde, en el Este de Alemania, durante unos días a principios de marzo debido a la escasez de piezas fabricadas en Ucrania, incluidos los juegos de cables eléctricos, según informa Bloomberg.
Por su parte, Renault detendrá las operaciones en su planta de ensamblaje de Moscú, ya que los cuellos de botella en la frontera rusa retrasan las entregas de piezas. Otra de sus plantas, operada por la empresa AvtoVaz de Renault en Toliatti, en el Sur del país, detendrá la producción el lunes por la escasez de semiconductores.
Renault produce modelos como el Kaptur y el Duster en la planta de Moscú, y fabrica coches Lada a través de su empresa AvtoVaz. Rusia es el segundo mercado del fabricante francés, con un 18% de las ventas en volumen.
Las empresas automovilísticas alemanas y sus proveedores mantienen unos 49 centros de producción en Rusia y Ucrania, y las consecuencias para las empresas y sus empleados aún no están del todo claras, según el grupo de presión automovilístico alemán VDA.
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