
Nada ni nadie puede mantenerse al margen de la sostenibilidad, y menos en esta época, en plena resaca de la cumbre del clima y vísperas de navidad, la época del año más consumista por excelencia.

La navidad también está sujeta a tendencias, y este año se impone el ahorro y el verde, se impone una navidad más sostenible y más natural: recuperar la naturaleza en interiores. Muchas tendencias de estilo de vida, consumo, interiorismo llevan hasta aquí: freno al consumismo, reciclaje y reutilización, preferencia por los materiales sostenibles, sin plástico, que no generen residuos.
Esta navidad marcan tendencia los adornos con materiales y acabados naturales –ramas, maderas, piñas, frutas– frente a plásticos, que reproducen los "colores corporativos" de la navidad, verde y rojo, blanco y madera, frente a los brillos artificiales. Y por encima de todo, sobriedad y naturalidad.

Marcadores de tendencia
Basta con echar un vistazo al trabajo de los expertos que marcan tendencia, como las estilistas florales Mary Jane Vaughan y Kitten Grayson; a las cuentas de Instagram, como @christmaswho; a los estilismos de los escaparates y de los catálogos de las firmas de decoración, desde Zara Home a Käte Wohlfahrt, la firma alemana líder en decoración navideña de toda Europa que acaba de abrir su primera tienda en España, en Barcelona. O a las tendencias de compras navideñas en Amazon.

Y una vez captada la tendencia, ya solo queda adaptarlo, a escala, a nuestras casas. Para espacios pequeños, ramas de coníferas y flores (o frutos) rojas o blancas, que pueden sustituir al tradicional árbol navideño. Se combinan con todo tipo de elementos vegetales, hojas y flores secas, piñas, frutos secos, en pequeños arreglos y bodegones que se extienden por toda la casa. Y para grandes espacios, guirnaldas XXL con ramas y hojas naturales, sobre la chimenea, enmarcando los espejos y las puertas, en la barandilla de la escalera.

Coronas y guirnaldas
Un elemento tradicional cobra protagonismo: las coronas, elaboradas con materiales naturales. Merece la pena echar un vistazo a las propuestas de los viveros y floristerías como Fronda, Brumalis, Colvin, Floreale, Fransen et Lafite, Naranjas de la China, Bucaro, Llorens & Durán, Bornay, Cotton Candy, Sahlly Hambleton, Carlos de Troya, Tiësto, Au Nom de la Rose… Hay opciones artificiales low cost en tiendas de decoración y especializadas (en Retif disponen de una gran oferta) que tienen la ventaja, además del precio, de reutilizarse año tras año; nada de usar y tirar. Pero siempre son preferibles los arreglos naturales, porque son biodegradables y no dejan huella ambiental en su fabricación.

¿Árbol natural o artificial?
Es el mismo dilema que se plantea a la hora de comprar el árbol: ¿natural o artificial? En realidad ya no hay dilema: mejor natural. Los abetos que venden en viveros y centros de jardinería, en algunas floristerías y puestos en mercadillos navideños, proceden de plantaciones controladas y sostenibles en las que se cultivan -generalmente en vivero- expresamente para su venta, cumpliendo con la normativa medioambiental, y que incluye planes tanto de replantación como de recuperación. Los que tengan la oportunidad, pueden intentar conservar el ejemplar para las próximas navidades, incluso plantarlo en el jardín. Si no es posible, los únicos residuos que generan serán biodegradables o reutilizables.

Mejor, DIY
Y como una de las tendencias de estilo de vida y consumo que vuelve es el DIY (do it yourself), una buena opción es hacer los propios arreglos, ramos, coronas y guirnaldas. En The Fresh Exchange, Sweet Paul, Thought, Back Road Bloom, Farmhouse on Boone, A Piece of Rainbow, Snippet and Ink, hay buenas ideas, y sencillas.

Nada de esquilmar el bosque
Se pueden recoger ramas u otros elementos naturales para decorar la casa: ramas (caídas), cortezas y piñas, pero nunca especies protegidas como musgo, tejo o acebo. Las especies protegidas como el acebo solo se pueden conseguir en floristerías. Para elementos como el Ilex, otro básico de navidad, y ramas de conífera se pueden reutilizar restos de poda, es un buen momento para hacer un poco de poda de limpieza y descarga en el jardín; por ejemplo, las panículas secas de las flores de hortensia, un elemento muy utilizado este año en los arreglos de navidad.

La lista de la "compra"
Pero en los viveros y centros de jardinería se encuentran todos los elementos. Entre los básicos: ramas de eucalipto en todas sus variedades, ramas de abetos (Abies y Picea) y de todo tipo de coníferas (junípero, ciprés, pino, pícea y tuya), ramas de Ilex , de magnolia, Berk, Salix, Cornus y Corilus, y todo tipo de relleno verde o seco (Grevillea, Lentisco, Ruscus, Skim; Camelia, Coculus, Murraya).
Otra de las tendencias es llevar los elementos decorativos navideños naturales a todos los detalles: en la entrada de la casa, en los pomos de las puertas, en pequeños bodegones diseminados por las estancias, en las velas, que se imponen frente a las luces artificiales.
Respecto a los adornos del árbol, también se llenan de elementos naturales y la sencillez gana a los brillos y la ostentación: piñas, adornos de paja o fabricados con elementos naturales; y si es posible, no comprados. Las posibilidades son infinitas con ramas, piñas, frutas, pasta de sal, galletas… Hay infinidad de blogs y tutoriales para hacerlo, como Planted in the Woods.

Verde en la mesa, en el plato y en los regalos
La tendencia de llevar la naturaleza dentro de casa se extiende a la mesa y hasta a los platos. Materiales naturales, menaje reciclable -sí a la vajilla de gala, pero también a las servilletas de papel- piñas, velas naturales, ramas... Las ramas de abeto igual sirven para adornar la mesa que para servir de lecho a los platos navideños o decorar los dulces.

Es en la mesa donde se impone el "reciclaje" de elementos decorativos de las navidades pasadas, como las bolas navideñas del árbol: la mesa se viste de gala con ramas naturales y se reutilizan las bolas decorativas, incluso las luces, en una suerte de bodegón. Incluso se recuperan las guirnaldas de luces para la mesa.
El DIY y los elementos naturales se extienden hasta los regalos. Si son hechos por uno mismo, mejor que mejor; si no, al menos con un toque navideño natural y muy personal.
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