
La alegría de ganar un premio de la lotería contrasta, en muchas ocasiones, con el pensamiento posterior de "cuánto se queda Hacienda". Un impuesto que ha ido en auge en los últimos años, sobre ganancias superiores a 40.000 euros, y que, actualmente, destina el 20% para el fisco. Ante ello, ha nacido la idea de la aseguradora Beco 1987, que permite a los apostantes cobrar íntegramente toda su fortuna por un módico precio al comprar el boleto.
Laguinda ha llegado al mercado español para convertirse en el escudo ante un premio de la lotería. Con la vista puesta en la 'molestia' de ganar un sorteo pero tener que dar dinero a la Agencia Tributaria, se hace automáticamente por lo que el usuario cobra el dinero ya con impuestos descontados, este seguro es una fácil solución para no tener que regalar un mínimo de 8.000 euros a Hacienda.
Hacienda recaudó en loterías más de 700 millones en 2019
Unos impuestos que han ido creciendo en los últimos años, pese a que el mínimo antes estaba en 20.000 euros, y que suponen una importante recaudación para el fisco con todos los juegos de lotería que existen.
Con más de 700 millones recaudados solo en 2019, la idea de Beco 1987 cuenta con el beneplácito del Ministerio de Economía e Industria y la fuerza detrás de una gran aseguradora como es AXA y la entidad bancaria Kutxabank, que actúa como proveedor.
¿Cuáles son las condiciones?
Aterrizando en solo tres de los sorteos más importantes de Loterías y Apuestas del Estado (Primitiva, Bonoloto y El Gordo de la Primitiva), la idea de la compañía es ir ampliando su mercado hasta cubrir el Euromillones y la Lotería Nacional.
En cuanto al seguro, su precio es tan bajo que apenas se acordarán de ello los premiados. Desde 0,15 céntimos, en la Bonoloto, el importe asciende a 0,25 céntimos en una apuesta simple de la Primitiva y a 0,40 céntimos en El Gordo de la Primitiva.
Un bajo coste que además se complementa con su fácil funcionamiento. Desde cualquier teléfono móvil (Android o iOS), el apostante imprime el QR del boleto con la app de Laguinda y directamente ingresa el importe deseado, para ya tener su posible futuro premio asegurado. Sin papeleos, con el fin de burlar los impuestos de Hacienda y brindar una alegría completa a los ganadores de un premio de la lotería.