La incipiente guerra de precios entre las cadenas de distribución de alimentos ha acabado con la denuncia de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) a Lidl y Family Cash por el "precio abusivo" en el pollo. En concreto, por poner el kilo por debajo de los 2 euros cuando su valor en la venta mayorista supera el 1,10 a lo que habrá que añadir todos los costes de distribución, transporte e intermediarios.
Para COAG, esta considerable rebaja supone "incumplir la ley de la mejora alimentaria" y se da en una situación en la que los costes de producción del ganadero "están al alza". Así, en distintas lonjas durante los últimos días se ha podido apreciar cómo el kilo de pollo ha pasado de 0,85 euros a rozar el 1,15 por lo que los ganaderos han solicitado a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) que refuercen los controles ante Lidl, Family Cash y sus proveedores.
La pandemia ha provocado que hasta 5.500 granjas familiares se vean en una situación seria de cierre
La guerra de precios entre los diferentes establecimientos, así como la espiral alcista del coste del pienso por el incremento de materias primas como la soja o el maíz, dibujan "un escenario preocupante para las explotaciones avícolas familiares", argumentan desde COAG. Y es que debido a los efectos de la pandemia, los productores de carne de pollo han detectado una "feroz caída" del precio por encima del 60% que añadido a estos precios "abusivos" amenazan a con el cierre.
Hasta 5.500 granjas familiares se ven afectadas, según los datos de COAG, por lo que se pide que las empresas tengan en cuenta los costes de producción, "como indica la Ley de Cadena" y así garantizar un tejido productivo viable.
En ambos establecimientos se ha podido apreciar, durante los últimos días, ofertas por un kilo de pollo por cerca de 1,7 euros llegando a estar hasta con un 20% de descuento sobre el anterior precio.
