Descubrimientos como el de esta semana en un hotel de Leganés (en el que se han hallado cuatro millones de mascarillas higiénicas falsificadas) ponen de relieve la necesidad de ser si nuestras mascarillas son eficaces y homologadas para protegerse contra el coronavirus.
Consumo aumentó las exigencias de las mascarillas higiénicas
El Ministerio de Consumo ha decidido restringir el uso de estas mascarillas, imponiendo una serie de condiciones para garantizar que cumplan con la normativa y los estándares de calidad.
A partir de marzo, las mascarillas higiénicas válidas deberán haber sido desarrolladas y probadas en laboratorios acreditados por el Gobierno, deberán cumplir nuevos requisitos en su etiquetado, no podrán ser comercializadas fuera de sus embalajes y los filtros que las componen han de ocupar la mayor superficie posible con el objetivo de no dejar espacios libres por los que pueda escaparse algún aerosol o gotita.
¿Cómo sé si mi mascarilla higiénica me protege?
La guía de mascarillas del Ministerio de Sanidad establece que este tipo de mascarillas ha de cumplir (y así debe aparecer en su etiquetado) con la normativa UNE 0064 y UNE 0065, ya que son las que aseguran un cumplimiento de los estándares de calidad en cuanto a filtración y respirabilidad.
Sanidad insiste en que en el etiquetado debe aparecer tanto el nombre del producto (debe acreditarse que es mascarilla higiénica) como su talla (si es para niños o adultos), duración (si es reutilizable o no), instrucciones de colocación y uso, la composición del material y su mantenimiento.
En la lista de consejos de la Comunidad de Madrid también aparecen otros aspectos que deben recogerse en el etiquetado o embalaje de las mascarillas higiénicas:
-Identificación del fabricante
-Contenido del envase
-Plazo recomendado
-Datos testados sobre la eficacia de filtración, permeabilidad o resistencia a la respiración