
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha errado en muchas de las previsiones que ha realizado desde que la pandemia comenzó su camino en enero, aún en la ciudad china de Wuhan. Algunas de sus opiniones o predicciones pueden encasillarse en la mera anécdota, pero muchas otras han transmitido a la sociedad una sensación de tranquilidad que no parecía que fuese tal. Además, también ha levantado suspicacias entre muchos profesionales sanitarios.
España tendrá pocos casos de coronavirus
1 A finales de enero, coincidiendo con el primer caso de coronavirus en España, Simón comunicó su sensación sobre la ya por entonces emergencia sanitaria. Fue entonces cuando aseguró que en España apenas se producirían casos de coronavirus. Entonces esperaba que no hubiese transmisión local y, en el caso de haberla, la pronosticaba como controlable. Hoy España sestá en una segunda ola donde cada día que pasa se parece más a la de primavera.
No vio necesario utilizar mascarillas
2 Poco antes de que se decretara el estado de alarma del 14 de marzo, Fernando Simón argumentó que no era necesario que la población usara mascarillas. Esta idea la defendió en diferentes momentos de la pandemia, argumentado que este equipo de protección sanitario podía provocar una sensación de falsa seguridad. Con el paso de los días, y ya cerca del verano, su visión cambió. Hoy, en toda España, es obligatorio portar una mascarilla cada vez que se sale a la calle para realizar cualquier tipo de actividad. Solo los menores de seis años están exentos de llevarlas.
Meses sin contemplar el contagio aéreo
3 En julio, más de 200 científicos alertaron de que no se estaba teniendo en cuenta, a la hora de tomar medidas, el contagio por aerosoles. Simón, cuando fue preguntado por este asunto, aseguró que no existían evidencias sólidas que apoyaran esta tesis. Sí que reconoció que ese contagio aéreo podía darse en lugares como hospitales, pero no en otros sitios a puerta cerrada. El pasado 22 de octubre el Consejo Interterritorial, mediante su documento para una respuesta coordinada, incluía esta vía de contagio para el coronavirus.
Vaivenes en el análisis de la segunda ola
4 Entre asegurar que la segunda ola de la pandemia estaba en una fase de estabilización (con incluso una posible bajada de la curva) a observar un incremento pasaron solo cuatro días, entre el 15 y el 19 de octubre. Ese ligero incremento de hace apenas diez días se ha transformado, este fin de semana pasado, en más de 55.000 nuevos contagios. Este error de análisis no es nuevo en Simón, que ha minimizado la pandemia en varias ocasiones. .
Los enfermos respiratorios, sin mascarillas
5 El Boletín Oficial del Estado recoge que los enfermos respiratorios están exentos de llevar mascarilla, algo que irrita a los neumólogos. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica explica que estudios científicos concluyen que no hay evidencia científica que sustente esta excepción y que los pacientes con una enfermedad respiratoria, si se infectan, tienen un alto riesgo de sufrir Covid-19 grave.
Los recelos a una auditoría externa
6 Desde que acabó la primera ola de coronavirus, mu-chas entidades científicas han pedido realizar una auditoría externa sobre la gestión realizada en España. Simón no ha llegado nunca a negarse a tal efecto en público, pero sí que la ha criticado veladamente. Señalaba que le parecía extraño que se sacaran conclusiones antes de comenzar el trabajo. También pidió hacerla con visiones internacionales, para dar una amplitud de miras al problema. Al final, la auditoría se aceptó desde el Ministerio, pero serán ellos y las comunidades autónomas los que elijan a los auditores.
Las salidas de tono en declaraciones públicas
7 El estilo comunicador de Fernando Simón tiene algunos defensores pero también muchos detractores. Y es que el director del CCAES ha incurrido en algunas expresiones que no a todos les parecen propias del momento de emergencia sanitaria. Además de sus chanzas ("me he metido el dedo en la nariz") el último caso polémico lo ha protagonizado con unas declaraciones que han enfadado a la profesión enfermera. Simón ha visto censuradas sus palabras por el propio ministro de Sanidad Salvador Illa, Margarita Robles o Carmen Calvo y ayer por la tarde, en la rueda de prensa sobre los casos diarios, pidió disculpas.
Las medidas de Madrid funcionaron
8 La pelea política entre el Gobierno de Madrid y el Ejecutivo de Pedro Sánchez son bien conocidas. Salvador Illa y Fernando Simón trataron de disuadir a la comunidad autónoma de sus medidas por considerarlas laxas. Por eso llegó un Estado de Alarma que obligaba a la comunidad autónoma a tomar medidas a las que la justicia no veía soporte sin el mismo. Esas dos semanas de medidas madrileñas, a las que no se les puede restar el efecto que tuvo ese estado de alarma, han conseguido controlar la transmisión. Así lo reconoció ayer Simón en una rueda de prensa.