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El mercado laboral español pierde atractivo para los trabajadores

  • Destaca por su sanidad y su calidad de vida, pero pincha en la motivación del empleado
  • El ministerio de Yolanda Díaz desatiende los aspectos relacionados con la gestión del talento
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo. Foto: Efe

Hace ya más de dos décadas desde que se acuñó la expresión de la guerra por el talento, y desde entonces este campo no ha dejado de ganar relevancia para las compañías de todo el mundo, convertido en uno de sus grandes retos actualmente.

Atraerlo, retenerlo y sobre todo mejorar la experiencia del empleado supone un valor diferencial. Y por desgracia, la economía española sufrió un revés en este campo en el último año.

Así lo refleja el hecho de que ha perdido un puesto, hasta situarse en la trigésimo segunda posición, en la clasificación de talento mundial de la escuela de negocios IMD, que evalúa anualmente los métodos utilizados por un total de 63 países para desarrollar, atraer y retener el talento profesional.

Un aspecto que no puede dejar de ser tenido en cuenta con el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz. Centrada en la contrarreforma laboral, ha de atender también estos aspectos del mercado de trabajo que pueden ser clave para atraer perfiles y repuntar los ingresos de la Seguridad Social.

En la edición 2019 del informe, que evalúa a los países en función de los factores de atractivo, preparación e inversión y desarrollo, ha destacado el 'liderazgo' de Europa, especialmente de los países medianos y pequeños, que comparten grandes niveles de inversión en educación y alta calidad de vida, según ha explicado IMD.

En el caso de España, el país desciende un peldaño con respecto a la edición de 2018 y se sitúa en la mitad del ranking, ocupando la posición 32. Este retroceso puede deberse a la caída de su puntuación en los indicadores referidos al gasto público en educación por estudiante (donde ocupa el puesto 39), la tasa efectiva del impuesto sobre la renta personal (28) y la disponibilidad de mano de obra cualificada (31).

Sanidad y calidad de vida

Pero no todo es negativo desde el punto de vista español. Según los resultados del estudio, las fortalezas más destacables de España serían la efectividad de las infraestructuras sanitarias (ocupa el puesto 11 y es el aspecto en el que más destaca), la baja exposición a la contaminación por partículas (12) así como la calidad de vida (16). Pero también se ponen de manifiesto algunas debilidades relativas a la motivación de los empleados y las habilidades lingüísticas (56).

En lo relativo a Inversión y Desarrollo, España ocupa el puesto 35, gracias a la mejora en la implementación de los aprendizajes (35) y la priorización de la formación de los empleados (47).

En el factor Atractivo, España se sitúa en la posición 22, mejorando tres posiciones con respecto a 2018. Sin embargo, este indicador también muestra algunas debilidades en lo relativo a atracción y retención de talentos como un elemento prioritario en las empresas (53) así como la motivación de los empleados (45).

Dentro del factor Preparación, ocupa el puesto 41, uno menos que el año anterior, debido a bajos niveles en lo relativo a conocimientos de idiomas según las necesidades en las empresas (56) y el crecimiento de la fuerza laboral (49).

Suiza y Dinamarca

A nivel global, Suiza se ha confirmado como un importante centro mundial de talento, repitiendo en la primera posición de la clasificación, destacando en el factor Atractivo y en áreas tales como el aprendizaje, la infraestructura sanitaria, la remuneración, la atracción de trabajadores extranjeros altamente cualificados y la educación universitaria y empresarial.

En segundo lugar, Dinamarca repite el puesto de la edición anterior y este año lidera el factor Inversión y Desarrollo, mientras que Suecia gana cinco posiciones y ocupa el tercer lugar gracias a mejoras en indicadores como el gasto público total en educación y la priorización del sector privado en atracción/retención del talento.

Las diez primeras posiciones restantes las completan Austria, Luxemburgo, Noruega, Islandia, Finlandia, Países Bajos y Singapur, que logra situarse en la décima posición gracias al factor Preparación.

Por su parte, EEUU se mantiene en el puesto 12 de la clasificación, mientras que Canadá sufre una caída de siete puestos y se sitúa 13, una evolución que refleja la disminución en el gasto público total en educación y una pérdida general en todos los factores de talento.

"La mayoría de las principales economías hacen hincapié en el desarrollo del talento a largo plazo centrándose en la inversión y el desarrollo", destaca Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial de IMD. Sin embargo, este énfasis va más allá de los aspectos puramente académicos para incluir la implementación efectiva de los aprendizajes y la formación de los empleados, lo que garantiza una alineación constante entre la demanda de talento y la oferta.

Startups

Si la atracción y retención del talento es un elemento clave para todas las compañías, para las startups, donde juega un papel fundamental para la viabilidad de la compañía, la importancia se multiplica exponencialmente. Y son precisamente estas empresas emergentes las que más dificultades tienen para la gestión del talento. En concreto, el 90% de las startups reconoce tener problemas para atraer talento, mientras que en el caso de la retención el porcentaje se eleva hasta el 95%, según el estudio 'The Start-Up Experience ? HR best practices in fast-growing companies', elaborado por la consultora Willis Towers Watson. En lo relativo a la fidelización de los empledos, para el 60% de las empresas consultadas, la estancia media de los trabajadores oscila entre uno y tres años.  "El nivel de compromiso de un empleado tiene un impacto directo en los resultados de las compañías, por lo que no conviene infravalorar este factor", advierte Cristina Martín, senior director de la consultora.

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