Economía

Un mayor IRPF a las rentas más altas resta atractivo a España para atraer empresas

  • Una subida excesiva de los tipos marginales no conlleva necesariamente un aumento de recaudación
  • Urge una simplificación de la Renta con la simplificación de incentivos
  • España parte de una renta per cápita inferior en 8 puntos a la media de los países de la UE
La Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso

Cierto es que todos debemos contribuir al sostenimiento de los gastos públicos en función de nuestra capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad. Pero mas cierto es, que tal y como reza la Constitución, el sistema tributario nunca debe tener carácter confiscatorio.

Traigo a colación el articulo 31 de la Constitución ante la batería de medidas en relación a subidas impositivas. A grandes rasgos entre las medidas anunciadas se prevé una subida del IRPF, para los contribuyentes de rentas superiores a 130.000 euros mediante la subida de dos puntos del tipo marginal máximo, además de elevar en cuatro puntos la retención para quienes perciban mas de 300.000 euros. Lo que sin lugar a duda provocará, no solo que nuestro país pierda atractivo para atraer a las empresas, sino las dificultades que tendrá para atraer o retener talento.

Medidas paliativas

Medidas paliativas que puedan reducir la tributación, como el pago mediante retribuciones en especie, aportaciones a planes de pensiones, bonus por resultados  o cobro por rentas irregulares generadas en un periodo superior al año y asociadas a determinados objetivos, veremos como irán en aumento.

Además se penalizará el ahorro, tan necesario para nuestro país, al barajarse la posibilidad de elevar cuatro puntos la tributación para las rentas de capital superiores a 140.000, lo que reducirá las inversiones y provocará que nuestro país pierda atractivo como destino de inversión.

Urge simplificar el Impuesto sobre la Renta y solucionar las asimetrías geográficas

En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, los cambios se orientan a garantizar una tributación mínima del 15%. Todo ello sin contar con las nuevas figuras impositivas que se avecina, Tasa Google, Impuesto sobre Transacciones Financieras, etc.

También se anuncian medidas de armonización con el fin de solventar la autentica jungla normativa que se da en nuestro país en materia de tributos cedidos parcial o totalmente a las Comunidades Autónomas (CCAA), tal y como pone de manifiesto el informe, Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2020, elaborado por Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas. Las asimetrías son tan grandes que pueden llegar a provocar que los tipos máximos en el IRPF, oscilen entre un 43% y el 49%, según la CCAA donde uno resida, tal y como refleja el informe.

Comparativa de marginales

Si analizamos nuestros tipos marginales en relación a la UE, partiendo de un marginal máximo en nuestro país de 43,5%, según los datos de Eurostat, nos encontramos que nuestro tipo se encuentra en la media respecto a nuestros socios de la UE. Pero a este porcentaje hay que añadirle los aumentos que pueden realizar la CCAA , lo que provoca que en algunos casos alcance un marginal máximo del 49%. De acuerdo que, lejos queda del tipo máximo del 52% del año 2012, que nos situaba como uno de los mas altos de la UE, año en el que sólo éramos superados por Bélgica, Dinamarca y Suecia. Pero lo cierto es que en la actualidad, estamos en varemos muy altos, solo superados por Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, Finlandia, Francia, Grecia, Países Bajos, Portugal y Suecia.

España parte de una renta per cápita inferior en 8 puntos a la media de los países de la UE

Resulta necesario resaltar desde un punto macroeconómico que el IRPF debe contribuir al crecimiento económico, a la competitividad de nuestra economía y a la creación de empleo. Por lo que sería deseable reducir al mínimo las interferencias que pueda ocasionar en las decisiones económicas de los individuos, cuestión que no se consigue con subidas impositivas. Así, una subida excesiva de los de tipos marginales no necesariamente conlleva a una ganancia recaudatoria, pero si condicionará las decisiones económicas de los contribuyentes.

Alegan desde el Gobierno que existe margen para la subida y que estamos muy por debajo de los ingresos aportados por nuestros vecinos europeos. En efecto, si analizamos los ingresos impositivos en porcentaje de PIB respecto a nuestro vecinos europeos, tenemos una brecha de 5,2 puntos, 33,8% frente a 39%, pero no hay que olvidar que también tenemos una renta per cápita muy inferior. Un 8%, frente a la media de la UE y en un 25%, frente a los países mas ricos.

De ahí que sea un sin sentido intentar converger en niveles de presión impositiva sin hacerlo antes en niveles de renta per cápita. En imposición indirecta nuestro país ocupa el puesto número 24 del ranking de la UE-28, por lo que existe margen para subir mientras que en la imposición directa ocupa el puesto número 13.

En definitiva, hay que poner orden en las carencias de nuestro sistema impositivo en general, y del IRPF en particular, que sin lugar a duda, afecta a su capacidad recaudatoria, a la eficiencia económica y al reparto equitativo de la carga tributaria. Urge acometer una simplificación del impuesto prescindiendo de las numerosas exenciones y deducciones, así como solucionar las grandes asimetrías que se dan en nuestra geografía impositiva.

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