
Probamos esta semana la variante más potente del A290 GTS, la versión más deportiva del primer coche eléctrico de Alpine. Una estética compacta muy llamativa, 218 caballos y unas suspensiones firmes en un coche muy divertido de conducir, sobre todo en carreteras viradas, pero con una habitabilidad escasa en las plazas traseras.
De la mano de Luca De Meo al frente de Renault, el grupo francés relanzó la legendaria marca Alpine, aquella de las victorias en el mundial de Rallyes en los años setenta. Aquel coche pequeño pero muy bajito y deportivo, tuvo su continuidad en el nuevo A110 que suponía una completa puesta al día de un modelo mítico.

El nuevo, básicamente, era el mismo concepto de coche, un biplaza muy deportivo, pero ahora en una versión mucho más potente, más tecnológica y también más divertida de conducir. Pero este A110 era solo el principio de una nueva marca de coches Alpine en la que la electrificación iba a ser una clave prioritaria a partir de entonces.
Y así llegó al mercado el primer Alpine eléctrico, el A290, un coche que cambiaba todo en la marca Alpine, que en su primera época hacía coches muy deportivos y de carreras para disputar pruebas como las 24 Horas de Le Mans. Pero también desarrolló y fabricó en esa época modelos de tipo coupé más enfocados a la diversión al volante, como el A310.
Nuevos modelos eléctricos
La marca francesa ya trabaja en nuevos modelos, más grandes siempre bajo el enfoque de vehículos eléctricos. El primero en llegar será el A390, que ya es un modelo compacto más grande para poder competir con la nueva hornada de eléctricos deportivos.

El Alpine A290 es básicamente un coche pequeño eléctrico, con motores potentes y que permite una conducción muy deportiva. Pero al mismo tiempo es un vehículo que ofrece una autonomía limitada. La razón de esta limitación está en que lo que se ha buscado con este modelo es hacer un vehículo con los genes y la deportividad de Alpine.
Un vehículo sin compromisos que puedan poner en riesgo esa deportividad. Por ello, su batería no es grande. Y con unas mecánicas potentes (nuestra unidad de pruebas correspondía a la versión GTS con 218 CV) ofrecen una autonomía bastante limitada, de solo 361 km con los valores homologados. Eso sí, si le pisamos fuerte en una carretera virada no haremos mucho más de 200 km.

El punto de partida de este A290 es el nuevo Renault 5. Comparte con el R5 la misma carrocería, aunque modificada para dar un estilo personalizado a su aspecto exterior. Y también comparte su plataforma. Pero lo que no comparte son suspensiones, ni motores y mucho menos el tacto de conducción. Los técnicos han querido buscar para ese coche un estilo de conducción mucho más deportivo, más Alpine. Y a juzgar por las pruebas que hemos realizado lo han conseguido.
Mucho más que un R5
Partiendo de esta base del Renault 5, lógicamente este Alpine tiene sus limitaciones. Sobre todo en lo que se refiere a su espacio interior. Mientras que las plazas delanteras son muy buenas, con buenos asientos que sujetan el cuerpo cuando rodamos rápido, las traseras son más justas. Sobre todo en espacio para las piernas de esos ocupantes, muy limitado. Y tampoco su maletero es bueno, porque menos de 300 litros hace que sea muy reducido frente a otros coches de sus dimensiones.

Por ello, creo que son limitaciones que se deben tener en cuenta antes de tomar una decisión de compra de este coche. Porque como coche útil, versátil, para su uso diario es algo limitado por su espacio reducido y también por su autonomía bastante justa. Está más enfocado como un coche de capricho, para disfrutar al volante.
Eso sí, si lo que buscamos es un coche muy deportivo del segmento B, un vehículo de solo 4 metros, este Alpine A290 es una maravilla. Por definirlo de alguna manera, creo que es la alternativa eléctrica, para los que puedan permitírselo, al Toyota Yaris GR, que por dimensiones y potencia es muy similar en su enfoque deportivo más radical. Y las ventas del Yaris han demostrado que es un concepto que funciona muy bien.
Muy llamativo
Estéticamente, es un vehículo muy chulo y llamativo, sobre todo en color blanco con toques en color negro en contraste. Aunque parte, como les decía, de la carrocería del nuevo R5, los técnicos han sabido darle una personalidad propia muy marcada, en su frontal, en los pasos de ruedas traseros. Incluso en sus faros, que resultan muy llamativos con una "X" en su imagen.

En su interior también encontramos cierta diferenciación con el modelo de la marca matriz, Renault. Los asientos no son de tipo bacquet, pero aportan una buena sujeción del cuerpo y gracias a ese acabado bitono de nuestra unidad de pruebas ofrecían una aspecto diferenciador.
Pero donde más se aprecia el toque diferenciador de este Alpine respecto al R5 lo encontramos en su volante. Este es más grueso de tacto que el del R5, mucho más agradable de utilizar, e incorpora tres botones. En la parte inferior encontrarás el selector de modos de conducción que ofrece tres opciones, Save, Normal y Sport. Son las tres habituales a las que se añade una cuarta opción en la que su conductor puede personalizar cada una de las funciones del sistemas.
Cuatro modos de conducción
Básicamente lo que hace este selector es adaptar la potencia disponible cuando su conductor pisa el acelerador con fuerza. En el modo Save, la potencia máxima se limita a 156 CV, mientras que en el modo Normal sube hasta los 190 caballos. Solo podremos contar con los 218 caballos que ofrece su motor de potencia nominal en el modo Sport.

Este es el botón de selección de modos de conducción, pero también contamos, en la parte superior del volante con otro botón en color rojo con las siglas OV. Son las siglas de "overtake" o adelantamiento en inglés, y permite acelerar a tope durante unos segundos sin importar el modo en el que estamos circulando. Es muy fácil de accionar al ir en la parte superior del volante y acelera muy fuerte. Este sistema, que aporta seguridad ante una situación apurada, solo dura unos segundos: lo justo para realizar el adelantamiento. Esta función solo funciona en los modos normal o el Sport.
Aún nos queda un tercer botón en el volante, que está terminado en color azul y con las siglas RCH. En este caso es el sistema de ajuste del grado de retención. Lo que en otros coches se consigue mediante levas en el volante, en este caso se recurre a un tercer botón con cuatro opciones. Estas van desde un modo cero de retención, lo que permite la navegación a vela, hasta un modo máximo.
Grados de retención
Los dos modos intermedios no me han parecido interesantes de utilizar, retienen poco. Por ello, a lo largo de la prueba solo he utilizado el modo a vela o el de máxima retención. Destacar que este modo de retención máxima no llega a parar el coche por completo, no tiene la posibilidad de hacer una conducción "one pedal".

En cuanto a su cuadro de instrumentos y su pantalla central, son las mismas que las del Renault 5 E-Tech, pero aportan mucha información adicional, especifica para un uso deportivo. Sobre todo mediante el sistema Alpine Telemetrics. Este permite conocer datos realmente profesionales de como estamos circulando, del funcionamiento del motor, de fuerzas laterales y longitudinales del coche, del uso y estado de la batería o del sistema de frenos.
Una información muy completa para los que de verdad saben de deportividad sobre cuatro ruedas. Y gracias a la opción "coaching" también se ofrecen al conductor lecciones para mejorar su conducción con algunas experiencias adicionales. Unas ideas que, según la propia marca, se deben hacer solo en un circuito cerrado, por seguridad.
Selector de marcha por botones
Otro detalle destacable es el que se refiere al selector de conducción. Al ser un coche eléctrico no tiene cambio de marchas, pero el selector para avanzar o ir hacia a atrás, o el punto muerto se gestionan mediante botones. Como en su hermano mayor, el Alpine A110, tiene tres botones; "D", "N" y "R", que van situados entre los asientos delanteros.

Hablemos de estabilidad. Es un coche corto, pero con una buena distancia entre ejes para su longitud total y eso hace que sea muy divertido de conducir. Y si a esto sumamos unas suspensiones bastante firmes, una dirección rápida y buenos frenos tenemos como resultado un coche muy divertido en una carretera de curvas. Y sus neumáticos son magníficos, unos Michelin Pilot Sport con llanta 19" y perfil bajo. Tiene, además, una buena capacidad de aceleración gracias a su motor eléctrico delantero, pero también permite retener fuerte en el modo de máxima retención , lo que hace que sea muy divertido en esas circunstancias.
Además, los técnicos de la marca francesa han logrado un buen equilibrio entre estabilidad, la carrocería a penas se mueve incluso en carreteras más viradas y rodando rápido, y el confort de marcha que ofrece. Los ocupantes, salvo por el poco espacio disponible en las plazas traseras, viajarán a gusto en este coche.
Ficha Técnica Alpine A290 GTS
Motor eléctrico delantero
Potencia máxima: 218 CV
Par máximo: 300 Nm
Velocidad máxima: 170 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h, 6,4 segundos
Tracción: Delantera
Batería: 52 kWh
Consumo homologado WLTP en ciclo combinado 16,6 kWh.
Autonomía homologada WLTP: 361 Km
Potencia de recarga: hasta 150 kW en CC y hasta 22 kW en CA.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,00 x 1,82 x 1,51 metros
Capacidad maletero: 252 litros.
Peso en vacío: 1.554 kg.
Precio: 44.700 €.