
Probamos esta semana el Alfa Romeo Junior Ibrida, una interesante alternativa con motor de 145 CV para los que buscan un coche para moverse con libertad por las ciudades gracias a su etiqueta "eco" y para hacerlo en carretera con agilidad, pero que es poco Alfa Romeo para mi gusto. Se lo contamos.
Cuando el grupo Stellantis desarrolló su caja de cambios electrificada, puso en marcha una tecnología muy interesante sobre todo en el segmento B. Era una forma barata y muy buena de conseguir la etiqueta "eco", pero también de reducir el consumo real de carburante de forma drástica.
Y ese ha sido un gran éxito para el grupo multinacional, convertir sus coches del segmento B, y también algunos compactos, en modelos con la etiqueta "eco" y un consumo ajustado solo con poner esa caja mágica. Y por ello coches muy buscados por los clientes potenciales que buscan un vehículo para desplazarse sin limitaciones.

Porque todos sabemos que es muy diferente el consumo homologado que el real, pero hay coches en los que ambos están más o menos cercanos, como es este caso, y otros en los que hay una gran diferencia. Y tenemos un ejemplo perfecto en este sistema de caja de cambios electrificada, como hemos podido comprobar en nuestra prueba.
Consumo muy ajustado
El valor homologado del consumo para este Alfa Ibrida es de 4,8 litros en el ciclo mixto, mientras que si hablamos de conducción urbana estamos por debajo de los cuatro litros. Son cifras muy buenas, de lo mejor que podemos encontrar en este segmento, quizá con la única excepción del Toyota Yaris Cross, que consigue cifras algo mejores.

Pero lo bueno que ofrece este modelo de Alfa es que para hablar de consumos reales y circulando a velocidades normales por zonas urbanas e interurbanas, vías de circunvalación y demás, estaremos hablando de unos cinco litros. Y para rodar por autopista algo más rápído pasaremos a los 6,00 litros, pero creo que también es muy razonable.
La clave está en que cuando circulamos por ciudad, o en carretera, y tenemos que acelerar, ya no dependemos de un motor pequeño de gasolina de tres cilindros al que hace falta meter mucha gasolina en el momento. Ese empuje se consigue gracias al pequeño motor eléctrico integrado en su caja de cambios.
Cambio automático de serie

También hay otra ventaja, para mi gusto muy importante: en un coche como este, de enfoque básicamente urbano: tener de serie una caja de cambios automática de seis marchas de doble embrague es muy cómodo en la ciudad. Esta caja funciona muy bien y está centrada en permitir una conducción fácil y confortable. No es un cambio enfocado a conseguir buenas prestaciones, a rodar deprisa y hacerlo con mucha soltura. Este cambio no es tan rápido como otros de la competencia pero es, desde mi punto de vista, una solución magnífica.
Sobre todo porque permite al grupo Stellantis ofrece una amplia variedad de modelos del segmento B con etiqueta "eco". Y eso es algo que, por ejemplo, el grupo Volkswagen no ofrece en ningún modelo de toda su gama dentro del segmento B. Hoy en día, con los graves problemas creados por las zonas de bajas emisiones para ciudadanos que tienen que desplazarse en entornos urbanos grandes, esa es una cuestión muy importante para poder vender coches.

Este Junior Ibrida es un coche que yo diría que es muy bueno, está muy bien pensado, pero al mismo tiempo es poco Alfa Romeo. Aunque la marca ha lanzado al mercado nuevas versiones que si ofrecen un toque algo mas deportivo, como es el caso de las variantes Ibrida Q4 con tracción total o incluso el Junior eléctrico Veloce con 280 caballos de potencia. Pero los ibrida de 145 CV son demasiado Stellantis para mi gusto y poco Alfa Romeo.
Algunos detalles Alfa
Al acceder al interior del vehículo si encontramos algunos detalles característicos de la marca, como por ejemplo la parte superior del cuadro de instrumentos con unas formas redondeadas propias de Alfa Romeo. O también los aireadores con la forma típica de la marca. Son guiños que agradecerán sin duda los amantes fieles de la marca italiana. Sin embargo, donde esos clientes sentirán un cierto rechazo es en los mandos de conducción del coche, las levas del cambio, el selector de modos de conducción o el de la marcha del coche. Estos son los mismos que en el resto de los modelos de la familia Stellantis, ya sea Peugeot, Opel, Jeep o DS.

El puesto de conducción si es un poco más Alfa, porque está orientado hacia el conductor, algo que se agradece. Dispone de dos pantallas, ambas de 10,25 pulgadas. La primera es el cuadro de instrumentos, que es configurable, mientras que la segunda es la de la consola central. Esta tiene un formato un poco extraño, es muy alargada y estrecha, pero se gestiona bien tanto de forma táctil como mediante la voz. Y algo que me gusta es que tiene algunos botones para poder manejar directamente, por ejemplo, algunas funciona del climatizador y el volumen del sistema de sonido, lo que hace más seguro su uso cuando circulamos.
Por lo que respecta a su habitáculo, las plazas delanteras son amplias mientras que las traseras son algo justas en cuanto a espacio para las rodillas de sus ocupantes. No hay que olvidar que este Junior, como sus hermanos, mide 4,17 metros de longitud y su maletero ofrece 415 litros. El espacio es el que hay.
Muy fácil de conducir
Llegamos a su conducción, que es muy buena y agradable si no se buscan excesos en la conducción. Es decir que va muy bien para un usuario normal, con buena estabilidad, una dirección bastante rápida y unos frenos suficientes. Todo está pensado para una utilización normal, de consumos ajustados y sin sorpresas. En estas condiciones además es muy seguro. Pero si buscamos una conducción más de un Alfa Romeo, más deportiva, más cerca de los límites, este yo creo que no es el coche adecuado. Porque en realidad este Alfa Romeo Junior es igual que un Peugeot 2008, pero con algunos detalles diferenciadores.

Eso sí, para los que buscan más deportividad, la marca ofrece una variante de tracción 4x4 con una denominación mítica de la marca italiana, la de Q4. En este caso emplea el mismo motor de gasolina de 136 caballos y la misma caja de cambios con el motor eléctrico de 29 CV en su interior. A ellos añade un segundo motor eléctrico, de la misma potencia pero con algo más de par motor (llega hasta 88 Nm).
Es un sistema muy limitado porque su batería es muy pequeña. Por ello, solo sirve para aportar un poco de par en alguno momento para salir de una situación apurada. Estas versiones suponen un sobrecoste de unos 7.000 euros y conllevan una notable perdida de espacio en el maletero, de 415 a 340 litros.
Solo hibrido o eléctrico
Un detalle curioso y que le hace un poco diferente del resto de la familia Stellantis. Mientras que otros modelos se ofrecen también con el motor de gasolina y cambio manual, en este caso la gama del Junior está formada por cuatro opciones: Ibrida, Ibrida Q4 y dos variantes eléctricas, el normal de 156 CV y el Veloce cuya potencia sube hasta los 280 CV.

En resumen, les diría que este Alfa Junior me ha gustado mucho como una buena alternativa para alguien que busca un coche del segmento B, ágil, llamativo, cómodo de conducir y muy confortable. Pero al mismo tiempo es un modelo que yo definiría como poco Alfa Romeo. Porque un Junior no tiene nada que ver con un Giulia o un Stelvio.
Ni siquiera es comparable con un Tonale, porque este último aunque tiene muchos elementos comunes con modelos de Stellantis, si es un Alfa Romeo por su diseño y equipamiento. Y un último detalle, con el Junior y la plena integración de Alfa en Stellantis llega un nuevo escudo para los coches de la marca en el frontal. Una reinterpretación moderna que, al menos a mí, no me gusta demasiado.
Ficha Alfa Junior Ibrida Speciale
Motor de gasolina: 3 cilindros en línea
Potencia máxima: 136 CV
Par motor: 230 Nm
Cilindrada: 1.199 cc.
Combustible: gasolina
Motor eléctrico
Potencia 29 CV
Par motor: 55 Nm
Potencia combinada: 145 CV
Velocidad máxima: 206 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h, 8,9 segundos
Tracción: delantera
Consumo homologado WLTP en ciclo combinado: 4,8 litros.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,17 x 1,78 x 1,53 metros
Capacidad maletero: 415 litros.
Peso en vacío: 1.380 kg.
Precio: 32.000 euros.