
Aunque los problemas de la industria del automóvil occidental ya se trasladaron a la mayoría de fabricantes de componentes, Ficosa, el líder mundial en la producción de retrovisores, todavía no los nota en sus ingresos. La compañía catalana cerró el ejercicio 2024 con un nuevo récord de ventas y escaló de los 1.330 millones de facturación del ejercicio precedente hasta los 1.397 millones; una subida del 5% que, admite, no tiene claro que pueda revalidar en 2025.
La firma con sede en Viladecavalls (Barcelona) que dirige Javier Pujol vuelve a batir su máximo de ingresos por segundo año consecutivo. Y lo hace gracias a la división que engloba el negocio en Europa, Turquía y Marruecos, que eleva sus ventas de 887 millones a 954 millones de euros. La firma impulsa su crecimiento desde mercados como el propio Marruecos o Polonia, países entre los que suma casi 200 contrataciones durante el año pasado.
La otra cara de la moneda es Norteamérica. Ficosa tiene plantas en México y Estados Unidos y se ha visto afectado por ralentización del mercado regional, especialmente patente en los eléctricos, un sector en el que tanto el fabricante como el resto de proveedores habían depositado grandes esperanzas. Las ventas en la zona se reducen desde los 302 millones hasta los 247 millones de euros. Además, la firma sí nota el impulso del coche chino y en Asia escala desde una facturación de 119 millones de euros a una cifra de negocio de 172 millones.
Ficosa no da sus cifras de beneficio ni ebitda en su informe, pero se ha caracterizado en los últimos años por operar con márgenes modestos. En 2023, las ganancias fueron de solo 5 millones y en 2022 de apenas 1 millón.

A pesar de esta subida de la facturación, la compañía centra buena parte de sus esfuerzos en optimizar su política de costes. De este modo, a lo largo del año pasado redujo su plantilla desde una media de 8.832 personas de 2023 a una media de 7.805 trabajadores, un 8% menos. Los mayores ajustes se acometieron en México, con casi 90 empleados menos, Turquía y Estados Unidos, con 150 salidas cada uno.
Además, el fabricante redujo su inversión en i+d en 2024. El presupuesto de la partida de innovación y desarrollo cayó de 69,9 millones a 64,5 millones de euros. La cifra representa alrededor del 5% de las ventas totales del grupo.
"Cambios drásticos" en el sector del automóvil
En su informe anual, Ficosa admite que la industria del automóvil "ha entrado en un período de máxima incertidumbre y volatilidad" debido al auge de los vehículos chinos, la parálisis en el crecimiento del coche eléctrico, las guerras y la inestabilidad geopolítica y las tensiones que se mantienen en la cadena de suministro. "Está causando una caída en los resultados y la rentabilidad de la mayoría de los fabricantes de Europa Occidental y América", señala.
La caída de las automovilísticas en China y el crecimiento de las enseñas locales del gigante asiático alrededor del mundo ha provocado que en el país exista ahora mismo un problema de sobrecapacidad, dice la catalana, lo que eleva la presión sobre los márgenes de los productores. "Y lo mismo que está ocurriendo a nivel de fabricantes está sucediendo a nivel de proveedores, con un gran impacto en los actores de nivel 1 occidentales –el caso de Ficosa-", lamenta.
Ficosa logra resistir mejor que otros por su presencia en la propia China desde 2022. No obstante, la organización admite que para 2025 "las perspectivas son cautelosas debido a la incertidumbre". "Ficosa continuará trabajando en la mejora operativa y la excelencia, aplicando los procesos y tecnologías que permitan acelerar estos cambios en todas las áreas", termina.
La crisis de los componentes
Entre finales de 2024 e inicios de 2025 han sido muchos los fabricantes de componentes europeos que se han visto obligados a acometer ajustes debido a la crisis de las automovilísticas occidentales. La compañía catalana, pese al recorte de plantilla del 8%, se ha librado de acometer un gran ajuste traumático y ha evitado el ERE. Si en España ha trabajado con normalidad, sí ha tenido que aplicar ERTEs a más de 900 trabajadores que ocupa entre Portugal e Italia, como avanzó elEconomista.es, debido al "complejo contexto global de la industria automotriz".
Resistió mejor que otras marcas de componentes alemanas como ZF (14.000 despidos) y Bosch (5.500 salidas). En Francia, Forvia, la antigua Faurecia, por ejemplo, ya hizo pública su voluntad de encoger su plantilla un 13% con 10.000 salidas. Le siguieron Valeo, con 1.100 bajas, y Michelin, con otras 1.250. También anunció hasta 1.600 despidos el fabricante sueco de baterías Northvolt.