
Aunque todavía muy lejos de los niveles de Alemania, la crisis de la industria europea de la automoción empieza a llegar a España. De momento no con despidos, como ha sucedido en el país teutón, pero las empresas del sector ya comienzan a aplicar ajustes por las caídas de producción. Es el caso de Ficosa, líder mundial en la fabricación de retrovisores, que se ha visto obligada a presentar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para su plantilla de Italia y Portugal por la rebaja de los pedidos.
Ficosa, como otras marcas de componentes sufre la baja demanda del coche eléctrico. Hasta septiembre, la demanda en Europa era un 5,8% inferior a la comparable de 2023, según los datos de la European Automobile Manufacturers Association (ACEA). El dato de matriculaciones totales, independientemente del motor, hasta la fecha era de apenas un +0,6%.
La primera oleada del descenso la sufren los fabricantes, pero la crisis rápidamente se extiende a los proveedores. De ahí que Ficosa, que trabaja para los principales grupos continentales, como Volkswagen o Renault ya haya tenido que tomar medidas. La primera: un ERTE en las filiales que tiene en Italia, que afectará a 240 personas, y Portugal, con una afectación de 700 personas, según ha podido saber elEconomista.es.
"Se ha implementado un ERTE en las instalaciones de Italia y Portugal debido a un ajuste temporal en las necesidades de producción, causado por el complejo contexto global de la industria automotriz", explican fuentes de la compañía a este medio. "Esta medida temporal, que será revisada mensualmente, se ha tomado para garantizar la sostenibilidad futura de nuestras operaciones en dichos mercados", añaden.
El ajuste es especialmente relevante en Portugal, que en 2023 era el tercer país en volumen de trabajadores –por detrás de España y Polonia-. Allí tiene una fábrica en Maia, en el distrito de Oporto. En Italia, cuenta con un centro en Turín y otro en Morcone, en la Campania.
En las cuentas de 2023, Ficosa ya admitía que la "alta volatilidad de la demanda de los vehículos eléctricos" era "un elemento de preocupación en la planificación de la producción y la gestión de la cadena de suministro".
Los ajustes no afectarán por el momento a España, garantiza Ficosa. En la fábrica de Soria se ha recurrido a la bolsa de horas de la plantilla para afrontar los valles en la producción de componentes. Mientras, en el centro de Viladecavalls, donde el grupo tiene sus cuarteles generales, incluso se baraja ampliar la actividad debido a que las piezas fabricadas resisten mejor.
Una oleada de despidos en la industria del automóvil
El automóvil resiste español resiste así la crisis de competitividad del Viejo Continente sin grandes despidos definitivos, algo que ya ha llegado a Alemania y Francia. En el país germano, el epicentro de la preocupación, en las últimas semanas han anunciado recortes marcas de componentes como ZF (14.000 despidos) y Bosch (5.500 salidas).
En Francia, Forvia, la antigua Faurecia, por ejemplo, ya hizo pública su voluntad de encoger su plantilla un 13% con 10.000 salidas. Le siguieron Valeo, que negocia 1.100 bajas, y Michelin, con otras 1.250. También anunció hasta 1.600 despidos el fabricante sueco de baterías Northvolt.
En España, por el momento destaca el ERE para 108 personas de Antolin por el cierre de su fábrica en Navarra.