Motor

Tener un coche eléctrico permite ahorrar hasta 945 euros al año frente a uno de combustión

  • Un 64% de quienes quieren comprar un coche se plantea un electrificado
  • España se encuentra rezagada 13 puntos por detrás de la media europea en electromovilidad
  • El sector del automóvil pide una legislación laboral flexible que contemple el 'upskilling' y el 'reskilling'
Varios coches eléctricos cargándose en puntos de carga públicos | iStock
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Los coches eléctricos producen un beneficio ambiental, pero también uno económico para los usuarios. Y es que los propietarios de un vehículo eléctricos en España ahorrar desde un 2% (alrededor de 100 euros anuales) en el caso de vehículos compactos, hasta casi un 10% o 945 euros al año en modelos de mayor tamaño frente a los coches de combustión.

El dato calculado con información de las principales asociaciones del sector y publicado en el estudio 'EY Highlights Automotive 2025', en su primera edición, revela que aunque el precio de los vehículos eléctricos se encuentra en la media superior del mercado, el TCO (coste total de propiedad) genera ahorros anuales de significativos durante el ciclo de vida del automóvil por el ahorro de combustible.

El informe incluso apunta a que el ahorro máximo en el caso de un vehículo grande (945 euros) en España es más alto que el que se consigue en otros países del entorno como Reino Unido, donde es de 934 euros, aunque por debajo del ahorro de 1.105 euros en Francia, 2.001 euros en Países Bajos, 1.583 en Alemania, o 1.793 euros en Suecia. No obstante, destaca que en el mercado comienzan a existir opciones cada vez más asequibles de vehículos eléctricos cuyo precio baja de los 30.000 euros, especialmente de fabricantes chinos.

La consultora también resalta que, aunque España se encuentra rezagada en electromovilidad, estando 13 puntos por detrás de la media Europea en el indicador de electromovilidad (17,1 puntos frente a los 30,1 de la media europea), este año se han duplicado las ventas de coches eléctricos (+107%), según las cifras de la patronal de fabricantes, Anfac. Además, según el estudio EY Mobility Consumer Index 2024, el 64% de los consumidores españoles que tienen la intención de adquirir un vehículo en los próximos dos años se inclinaría por un modelo electrificado (híbrido enchufable y eléctrico).

El estudio que EY desarrolló junto a las principales asociaciones del sector, así como con directivos de compañías como Hyundai Motor España, KIA España, Porsche Ibérica, Seat y Cupra, Teknia y Volvo Car España, hace un diagnóstico las oportunidades y retos que enfrenta el sector de la automoción. Entre ellos coloca el lento avance de la electrificación del transporte en España, sobre todo en el despliegue de la red de recarga. En el país hay cerca de 38.000 puntos de carga activos. Para cumplir con los objetivos establecidos por la Unión Europea se deberían haber alcanzado los 63.500 puntos de recarga públicos en 2024. La cifra actual aumentaría considerablemente si se activaran los más de 10.000 puntos que no están operativos, es decir, uno de cada cinco puntos que no funcionan.

Con todo, los participantes del estudio indican que en 2025 se aprecia una notable aceleración en materia de infraestructuras de recarga, tanto por parte de operadores privados como por el sector público. De hecho, los usuarios de vehículos eléctricos no muestran quejas sobre falta de red o deficiencias en las instalaciones. En 2024, los vehículos eléctricos representaron el 22,7% de las ventas totales en Europa (5% en España, según Anfac), con más de 820.000 puntos públicos de carga desplegados por todo el continente, de acuerdo con cifras de la Comisión Europea. Para 2030, la UE prevé alcanzar los 3,5 millones y estima que, para mediados de siglo, circularán más de 250 millones de vehículos eléctricos en Europa.

Tensiones geopolíticas y problemas de la cadena de suministro

El informe de EY también describe los problemas que enfrenta España en un entorno geopolítico hostil y cambiante, y bajo el cual puede virar hacia la autonomía estratégica, sobre todo ante la transformación del sector que incorpora nuevas tecnologías dominadas en gran parte por China. De hecho, el informe indica que el gigante asiático, en 2023, se convirtió en el principal exportador de vehículos a nivel mundial tras superar a Alemania y Japón, con 5,39 millones de vehículos.

China ha crecido de forma vertiginosa en el sector del automóvil, con una política de Estado que lleva años invirtiendo en su industria y en la exportación hacia otros mercados internacionales. Además, las empresas del país asiático producen la mayoría de las baterías de litio, más del 50% a nivel global, que se exportan, entre otros, a Europa y Estados Unidos. A este reto se le ha sumado que entre los años 2021 y 2023 más del 80% de los proveedores del sector sufrieron interrupciones en la producción por falta de componentes, tanto chips como también piezas de material plástico en Estados Unidos.

Esta situación ha puesto a la Comisión Europea en alerta, y ha lanzado un conjunto de iniciativas orientadas a reforzar la autonomía industrial del continente. En este sentido, destaca la tramitación de la Ley de Materias Primas Fundamentales (Critical Raw Materials Act), que contempla medidas para diversificar las importaciones, aumentar el reciclaje y establecer acuerdos con socios estratégicos.

En el caso de España, las principales asociaciones del sector indican que es fundamental implementar estrategias coordinadas de upskilling (formación profesional) y reskilling (reorientación) que aborden la escasez de talento especializado y reduzcan los riesgos asociados con la dependencia exterior modernizar la legislación laboral, permitiendo una mayor flexibilidad operativa. Sernauto estima que solo en campo de los componentes hay hasta 200.000 empleos directos, 70.000 de los cuales se centran en piezas directamente relacionadas con vehículos de combustión. No obstante, el 90,9% de las empresas del sector en España tienen dificultades para encontrar talento cualificado, debido a la alta demanda y rápida evolución tecnológica.

Además, el informe indica que el sector automovilístico europeo, y en gran medida también el español, están marcados por tensiones comerciales crecientes, transformaciones en la cadena de valor y la entrada agresiva de nuevos actores industriales. En concreto, los cambios en las medidas arancelarias anunciadas por la Administración Trump a principios de marzo de 2025, con un 25% gravámenes a todos los vehículos importados, se suman a una política exterior cada vez más proteccionista. Según datos de la patronal de proveedores de automoción, Sernauto , en 2024 Estados Unidos fue el octavo socio comercial para los proveedores de automoción en España, con una facturación de más de 1.000 millones de euros. Además, el impacto de estas políticas comerciales se puede sentir de forma indirecta con a través de la red industrial instalada en otros países como México, que también abastece al mercado estadounidense con piezas producidas en por empresas españolas.

El informe, por tanto, subraya el llamamiento que ha hecho el sector sobre la importancia de que las administraciones públicas lancen incentivos a la compra y renovar el parque automovilístico, así como un marco fiscal que incentive la inversión y que continúe los trazos de los PERTE, tanto el del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) como el de Chips, así como una colaboración público-privada para mejorar la competitividad del sector español atrayendo nuevas fábricas y cadenas de suministro locales.

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