A pesar de haber abandonado el Ejecutivo de Donald Trump, Elon Musk continúa en el centro de la polémica, aunque esta vez con Tesla. Algunos ejecutivos del fabricante de coches eléctricos interrogaron al multimillonario tras negar haber matado el proyecto del Tesla Model 2.
En abril de 2024, Reuters informó de que Tesla había cancelado su proyecto de coche eléctrico low cost, el llamado Model 2 de 25.000 dólares, una decisión que Musk negó rotundamente a través de X, anteriormente conocida como Twitter, tildando de falsa la noticia.
Sin embargo, varios altos ejecutivos sabían que, semanas antes, la compañía había comunicado internamente el fin del proyecto para centrar sus esfuerzos en los robotaxis autónomos.
Los nuevos problemas de Musk en Tesla
La confusión generada obligó a algunos directivos a pregunta a Musk si realmente había cambiado de opinión. Él insistió en que el proyecto estaba cancelado, pero su negación pública contrastaba con la información interna y generó cierto desasosiego entre inversores y proveedores, que esperaban ese modelo económico, según informa Reuters.
En respuesta, Tesla afirmó en una actualización para inversores que seguiría "planificando nuevos vehículos asequibles" sobre sus plataformas actuales, en lugar de desarrollar un modelo completamente nuevo.
En su lugar, el fabricante estadounidense trabaja en versiones más accesibles del Model 3 y del Model Y, que deberían llegar en la primera mitad de 2025, aunque con un planteamiento menos revolucionario que el propuesto inicialmente para el proyecto del Model 2.
Algunos inversores, como es el caso de Gary Black de Future Fund LLC, vendieron parte de sus acciones por temor a que el coche "asequible" no fuera un producto diferenciado, sino, simplemente, una versión rebajada de los modelos existentes.
Un año después de esta controversia, Tesla todavía no ha lanzado el coche de 25.000 dólares. Además, las ventas globales del fabricante cayeron un 13% en el primer trimestre de 2025, mientras que competidores como BYD ganan terreno en el mercado de eléctricos asequibles, como es el caso del Seagull en China (menos de 10.000 dólares) o el Dolphin Surf en España (desde 19.990 euros).
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