
El miedo de dejar el coche estacionado en la calle no viene únicamente por posibles rayones, golpes o robos. Otro factor que preocupa, y mucho, a los conductores es el hecho de encontrarse su vehículo lleno de excrementos de pájaros, que sobre todo en los meses de verano son bastante peligrosos para la pintura del vehículo.
Bajo este escenario, es vital retirar las deposiciones de las aves de la carrocería de nuestro vehículo lo antes posible, puesto que, en caso de secarse, su limpieza es más compleja si cabe.
A pesar de lo desagradable que pueda resultar esta tarea, siempre existen trucos que te harán esta faena lo más sencilla posible, haciéndote perder menos tiempo del habitual y con resultados excelentes.
El truco para eliminar los excrementos
El proceso es muy sencillo. En primer lugar, es altamente recomendable llevar una botella de agua en nuestro automóvil para estas circunstancias, puesto que la clave de este truco es echar un poco de bicarbonato de sodio en el recipiente que guardemos el vehículo.
Después, tendremos que diluir el bicarbonato en agua y, una vez realizado este paso, cogeremos un paño, lo empaparemos bien en el líquido mezclado y lo colocaremos donde se encuentren los excrementos.
Por último, deberemos esperar un lapso de tiempo de entre 3 y 5 minutos para que la mezcla haga efecto. Una vez pasado dicho tiempo, observaremos cómo las manchas se han reducido considerablemente y, con una única refriega con el paño, desaparecerán por completo.
Entro otros métodos también efectivos efectivos se encuentran el uso de una manguera a presión o un túnel de lavado, habituales en muchas gasolineras. Sin embargo, su eficacia disminuye cuanto más tiempo lleven los excrementos sobre la pintura, ya que los residuos secos se adhieren con más fuerza y resultan mucho más difíciles de eliminar.
Por ello, es recomendable encerar la carrocería de forma periódica: así crearás una capa protectora que facilitará la limpieza y protegerá la pintura frente a las agresiones de las manchas, incluso de los pájaros más corrosivos.
Para evitar que los excrementos de las aves acaben en la carrocería de su coche, es altamente recomendable evitar aparcar debajo de los árboles o las farolas, puesto que los pájaros suelen posarse en estos lugares con bastante frecuencia. Por lo tanto, dentro de lo posible, se aconseja estacionar en una zona cubierta.
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