Motor

La Guardia Civil intensifica la vigilancia en las viseras de las motos: sanciones de 200 euros y la retirada de cuatro puntos a los infractores

Un agente de la Guardia Civil para a una moto en un control de tráfico | Fuente: Europa Press

Entre los millones de conductores que a diario circulan por las carreteras españolas, los más vulnerables son, sin ningún tipo de duda, los que circulan con motocicletas y ciclomotores.

Este tipo de vehículo son menos estables y visibles en la carretera y, en caso de sufrir un accidente de tráfico, la letalidad es mucho más grande que la de un turismo cualquiera.

Es más, los últimos datos aportados por la Dirección General de Tráfico (DGT) muestran que, de los 1.533 conductores que perdieron la vida en las carreteras españolas en 2021, 241 correspondían a motoristas.

Vigilancia en los cascos de las motos

Reducir los accidentes de moto depende en gran medida de respetar las normas de circulación. Desde marzo de 2022, la Ley de Tráfico endureció las sanciones por ir sin casco o con uno que no esté homologado: ahora supone una multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos del carnet (antes se restaban 3).

Más allá del diseño, lo esencial es que el casco se adapte a la actividad concreta y cumpla la homologación legal. A continuación, repasamos los cinco tipos más habituales:

Casco Integral: cubre por completo cabeza y cara, ofreciendo la máxima protección. Es la opción más recomendada para cualquier ruta, especialmente en carretera abierta.

Casco Modular o Abatible: combina la seguridad del integral con la comodidad de poder levantar la mentonera. Ideal para quien necesita visibilidad o ventilación extra sin renunciar a la protección.

Casco Jet o Abierto: deja el rostro al descubierto y cubre solo la parte superior y los laterales de la cabeza. Muy ligero y ventilado, resulta popular en ciudad, aunque ofrece menos protección frontal.

Casco Off Road: diseñado para enduro o motocross. Su mentonera pronunciada y visera alargada resguardan del barro y las piedras. Se usa junto a gafas específicas.

Casco de Trial: extremadamente ligero para facilitar los movimientos y acrobacias propias del trial, priorizando la comodidad sin olvidar la seguridad.

Un casco homologado garantiza que cumple los estándares de seguridad exigidos por ley. Además, elegir la talla correcta es tan importante como el propio modelo: un casco demasiado holgado pierde eficacia en un impacto, y uno muy ajustado resulta incómodo e inseguro. Cada marca utiliza tallas propias, por lo que conviene probar varios modelos hasta encontrar el que ajuste perfectamente a tu cabeza.

Con un casco bien homologado, de la talla adecuada y del tipo apropiado para tu estilo de conducción, no sólo cumples la normativa, evitando la multa y la retirada de puntos, sino que proteges lo más valioso: tu vida.

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