Los radares móviles, en fuera de juego: el 'truco alemán' completamente legal que los inhabilita

"Hecha la ley, hecha la trampa" dice un refrán. A pesar de que las normativas de tráfico suelen ser bastante exhaustivas, lo cierto es que, en ocasiones, existen pequeñas lagunas aprovechadas por los conductores más espabilados.

Pues bien, esto es lo que sucedió en Rottweil, una localidad situada en las proximidades de la Selva Negra (Alemania) con 25.500 habitantes. En este lugar, un conductor demostró que existe un truco completamente legal que consigue evitar las multas de un radar móvil urbano.

Este ciudadano aprovechó un vacío legal para interferir en el correcto funcionamiento de un cinemómetro instalado en la ciudad y los convecinos de su ciudad le piden la "Cruz Federal al Mérito", según se puede leer en comentarios de Facebook.

El 'truco alemán' que inhabilita radares

Según informa el medio local ZDF Heute, "un ciudadano de Rottweil aparcó el martes su caravana justo delante de un radar de velocidad móvil, inutilizando así el detector de velocidad. Sin embargo, según informó el miércoles un portavoz municipal, no se enfrentará a una multa ni nada parecido".

Pero, ¿por qué no van a multar a este conductor? La normativa local permitía estacionar caravanas en ese punto, que era una plaza de aparcamiento habitual y, además, el propietario la movió en menos de 24 horas. Por ello, las autoridades locales no han podido sancionarlo.

En condiciones normales, estos radares se sitúan de manera que los coches estacionados no interfieran con su funcionamiento, por lo que este incidente responde a un fallo de cálculo de la propia policía.

Aunque la normativa española contempla excepciones muy puntuales que podrían ocasionar situaciones similares, la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte de las graves repercusiones económicas que implica dañar un dispositivo de control de velocidad. Según recordó en su revista Tráfico y Seguridad Vial:

• Multas por daños: pueden ascender a varios miles de euros.
• Reemplazo de la cabina: hasta 15.000 euros.
• Sustitución del radar: hasta 40.000 euros.

Estas sanciones se aplican tanto si el deterioro es accidental, en cuyo caso el seguro del conductor debería asumir el coste, como si es intencionado, lo que se consideraría un acto de vandalismo y podría conllevar además responsabilidades penales.

Este caso pone de relieve la importancia de seguir las pautas de instalación de los equipos de control y de respetar la infraestructura vial. Un simple despiste puede convertirse en un desembolso millonario, y tanto conductores como fuerzas de seguridad deben actuar con la máxima diligencia para evitar situaciones de riesgo y costes innecesarios.