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La luz V-16, en jaque: el defecto inesperado que ya está dando problemas a miles de conductores

Luz V-16 de emergencia coche | Fuente: iStock

La Dirección General de Tráfico (DGT) anticipaba, hace ya tres años, la sustitución de los archiconocidos triángulos de emergencia por las luces V-16 a partir del próximo 1 de enero de 2026.

Conforme la fecha se aproxima, cada vez son más los conductores que son conscientes de que este cambio está próximo. Y no sólo eso, también saben lo que esto supone más allá del desembolso de 50 euros que cuesta adquirirla (aunque existen algunas maneras de conseguir la luz V-16 gratis).

Además, no son pocos los usuarios que coinciden en que este dispositivo de emergencia funciona a la perfección de noche, pero no lo suficiente de día, ya que no se ven lo suficiente. Sin embargo, más allá de esta cuestión, existe un problema que, pese a no afectar a todo el mundo, sí que lo hace una gran cantidad de conductores.

El problema de la luz V-16

Tal y como afirma la DGT, la luz V-16 goza de dos grandes ventajas. La primera de ella es, sin lugar a dudas, su conexión con emergencias, dando un aviso en tiempo real en caso de problemas.

Por su parte, la segunda de las ventajas es que evitan atropellos, puesto que el conductor no necesita bajarse del coche para alertar al resto de usuarios de la emergencia. Únicamente bastará con sacar el brazo por la ventanilla y pegarlo al techo.

Y es en esto último donde está el defecto inesperado del que hablábamos en el titular. La luz V-16 funciona a través de un sistema magnético en su base para fijarse al techo de los coches, pero este no funciona correctamente en todos.

En este caso, este problema lo tienen aquellos conductores que cuentan con coches deportivos, puesto que su techo está fabricado en aluminio o, en su defecto, en fibra de carbono, lo que se hace que el imán no funcione correctamente.

Lo mismo sucede con los descapotables que tienen techo de lona que, lógicamente, no permiten que la luz V-16 quede colocada como debería en la parte superior del automóvil.

Ahora bien, ¿qué hago si este es mi caso? Pues bien, a día de hoy, estos usuarios no tienen alternativa real más allá de pegar este dispositivo en la puerta de su vehículo, en caso de que esta no sea ni de aluminio ni de fibra de carbono.

La DGT debería afrontar en algún momento este problema, ya que este problema se extiende también a las motocicletas y a otro tipo de vehículos como, por ejemplo, los camiones.

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