
Se cumplen 70 años desde que Stirling Moss y Denis Jenkinson ganaran la Mille Miglia a bordo del legendario Mercedes-Benz 300 SLR. Hoy, el deportivo sigue siendo un símbolo de ingeniería, velocidad y precisión alemana, con un "cockpit" con el que se hizo historia.
Más allá de su motor y su aerodinámica, hay un detalle en el legendario Mercedes-Benz 300 SLR que hoy nos parece una auténtica maravilla: los mandos de control que tenía delante el piloto británico mientras rozaba los 160 km/h de media en una carrera infernal por las carreteras italianas.

Un deportivo de carreras... con salpicadero de turismo
A simple vista, el interior del 300 SLR podría parecer el de un turismo de los años 50. Sin embargo, esta impresión es engañosa. El 300 SLR era un pura sangre de competición, derivado del monoplaza de Fórmula 1 W 196 R, pero adaptado para participar en pruebas de resistencia en carretera abierta, como la Mille Miglia, los 1.000 km de Nürburgring o la Targa Florio.
¿Qué encontraba Stirling Moss cuando se sentaba al volante? Los 10 mandos clave del Mercedes-Benz 300 SLR (1955)

1-Luz azul de luces largas: Indicaba que las luces de carretera estaban activadas, esencial para los tramos nocturnos o mal iluminados de la Mille Miglia.
2-Luces rojas para intermitentes y carga del alternador: Cruciales para saber si había problemas eléctricos o si los intermitentes funcionaban.
3-Botón de arranque: A la izquierda del volante, servía para dar vida al motor M 196 S de ocho cilindros en línea.
4-Compuerta de aire fresco: Una palanca para abrir o cerrar el paso del aire, situada a la izquierda del salpicadero.
5-Interruptor de encendido y luces: Tipo giratorio, con varias posiciones para controlar el sistema de iluminación y el encendido.
6-Luz roja de reserva de combustible: Avisaba cuando quedaban entre 15 y 24 litros en el depósito. Vital en una prueba de casi 1.600 km.
7-Liberación del volante: Permite retirar el volante, facilitando el acceso del piloto al habitáculo.
8-Interruptor de intermitentes: A la derecha del volante, con indicador visual.
9-Estrangulador (choke): Regulaba la mezcla de aire y combustible en arranque en frío.
10-Interruptor del magneto Scintilla: Activaba uno o ambos magnetos del sistema de encendido. Fabricado por la suiza Scintilla (parte de Bosch desde 1954), el piloto podía elegir entre varias posiciones: 0, 1, 2 y 1+2.
Instrumentación diseñada para correr
En lugar de un velocímetro, el 300 SLR tenía un gran cuentarrevoluciones central de Veglia, cuya escala llegaba hasta las 11.000 rpm. La zona roja se marcaba a 7.000 rpm, justo donde el motor ofrecía sus 276 CV (203 kW). A los lados, indicadores más pequeños de presión de aceite y temperatura del refrigerante. El mensaje era claro: conduce tan rápido como la mecánica y la carretera lo permitan.
Un detalle curioso es que Moss eligió un volante de tres radios para tener siempre una visión clara de los instrumentos. Lo hizo con tanta convicción que después de ganar la Mille Miglia pidió conservarlo como recuerdo. Hoy, el 300 SLR "722" —número que hacía referencia a la hora de salida: las 7:22— vuelve a lucir una réplica fiel de ese mismo volante, homenajeando al piloto que lo llevó a la gloria.
Stirling Moss y Denis Jenkinson completaron los 1.597 km en 10 horas, 7 minutos y 48 segundos, a una velocidad media de 157,6 km/h, récord absoluto en la historia de la Mille Miglia.
