Sobre la mesa del Congreso ya está la propuesta de la DGT de reducir la tasa de alcohol a 0,1 mg/litro de aire espirado (ahora es de 0,25) o 0,2 g/litro de sangre (ahora es de 0,5). La nueva medida podría aprobarse este mismo año.
La siniestralidad vial relacionada con el consumo de alcohol continúa siendo una de las principales causas de muerte en carretera en España. Con el objetivo de cortar esta tendencia alarmante, el Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico (DGT) han presentado un informe clave que respalda la inminente propuesta de reducir la tasa legal de alcoholemia a 0,1 mg por litro de aire espirado (equivalente a 0,2 g/l en sangre). En la práctica, este límite se interpreta como un "casi cero", alineado con el mensaje contundente que durante años han promovido las campañas de concienciación: alcohol y conducción no son compatibles.
El estudio, titulado "Recomendaciones para la reducción de la incidencia del consumo de alcohol sobre la siniestralidad", ha sido elaborado por el Instituto Universitario de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universidad de Valencia, y parte del compromiso anunciado en septiembre de 2024 por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Según el director general de Tráfico, Pere Navarro, esta propuesta nace de una demanda ampliamente compartida por administraciones, asociaciones y, cada vez más, por la ciudadanía. "La sociedad ha madurado. Hoy existe un consenso sobre la incompatibilidad total entre alcohol y conducción. La nueva tasa no es solo una medida legal, es un compromiso moral con las víctimas", ha afirmado Pere Navarro.
Suecia y Noruega, pioneras
El informe recoge que entre 2018 y 2022, el alcohol estuvo presente en más de 18.700 siniestros con víctimas en España, lo que representa un aumento del 20,3 %. Además, el alcohol incrementa la probabilidad de fallecimiento y agrava las consecuencias de los accidentes.
En paralelo, países como Suecia y Noruega, pioneros en implementar este mismo límite de 0,1 mg/l, han logrado cifras ejemplares en siniestralidad vial: entre 21 y 22 fallecidos por millón de habitantes, frente a los 37-36 de España o los 46 de media en la UE.
Luis Montoro, director del estudio y experto en seguridad vial, alerta: "El alcohol, incluso en pequeñas cantidades, deteriora habilidades básicas para conducir. Los conductores que creen que "controlan" tras beber son los que más probabilidades tienen de sufrir un siniestro".
El informe no solo recomienda bajar la tasa legal de alcohol, sino que insiste en un enfoque integral, con acciones como:
-Refuerzo de controles de alcoholemia, aleatorios y visibles.
-Pruebas dobles de alcohol y drogas.
-Endurecer sanciones por policonsumo.
-Campañas de concienciación masiva.
-Formación reforzada en autoescuelas y programas de reeducación para reincidentes.
-Tratamiento específico para conductores con consumo habitual o dependencia.
¿Por qué 0,1 mg/l y no 0,0?
Mientras la tasa 0,5 g/l usada aún en algunos países ha demostrado ser insuficiente, y la tasa 0,0 es difícil de aplicar por falsos positivos (alimentos, medicamentos y bebidas "sin" pueden contener trazas de alcohol), el límite de 0,1 mg/l espirado o 0,2 g/l de sangre se consolida como el estándar más equilibrado entre eficacia, evidencia científica y aplicabilidad legal. La OMS, el ETSC y la Unión Europea respaldan este modelo. Recordemos que en España el límite es de 0,5 g/l de alcohol en sangre (0,25 mg/l en aire espirado), una cantidad que se reduce a 0,3 g/l (0,15 mg/l) en el caso de conductores noveles y profesionales.
Antonio Avenoso, director ejecutivo del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, ha destacado: "Con esta decisión, España vuelve a estar a la vanguardia de la seguridad vial en Europa. Esta medida salvará muchas vidas".
El informe ya está sobre la mesa del Congreso. La pelota está en el tejado de los legisladores. Si se aprueba, España podría convertirse en referente europeo en la lucha contra el alcohol al volante.
"No se trata solo de una norma. Es una declaración de principios sobre el tipo de sociedad que queremos ser: más segura, más responsable y más consciente de que el alcohol y la conducción jamás deben cruzarse", concluyó Navarro.