Estas son las partes del motor de un coche y su funcionamiento

Seas o no conductor seguro que sabes lo que es el motor de un coche y la función que este desempeña. Sin embargo, sí es cierto que aquellos que no tengan nociones técnicas de mecánica puedes realizarse una pregunta: ¿cómo funciona el motor?

El motor de un vehículo está compuesto por varias piezas y elementos que resultan fundamentales para generar una energía capaz de movilizar al coche en cuestión, siempre y cuando trabajen en conjunto.

Cada una de estas partes tienen, lógicamente, una función específica que contribuye a la eficiencia, rendimiento y durabilidad del motor. Por esta razón, vamos a repasar las piezas clave del elemento más importante de un coche: su fuente de propulsión.

1. El bloque motor

Este elemento es, básicamente, lo que llamamos comúnmente denominamos motor, ya que es el resto de componentes los que se conectan a él y, además, el proceso de combustión tiene lugar en su interior.

Se trata de una pieza de, generalmente, acero o aluminio fundido, siendo este último un material más ligero y que cuenta con mejores propiedades para disipar el calor, evitando sobrecalentamientos.

La función principal del bloque motor no es otra que alojar los cilindros y el resto de elementos que conforman el tren alternativo: el cigüeñal, los pistones y las bielas. Calcular la cilindrada del motor es posible gracias al diámetro de los cilindros y la carrera del pistón y, además, cuenta con canalizaciones que permiten refrigerar y lubricar el conjunto.

El bloque motor debe hacer frente a los elevados esfuerzos que generan las culatas durante el proceso de combustión y, a su vez, aloja las camisas de los cilindros por las que oscilan los pistones. Además, también se encarga de sujetar las tapas en las que el cigüeñal descansa.

2. La culata

La culata, también denominada como la cabeza del motor, está fabricada con los mismos materiales que el bloque motor, es decir, hierro y aluminio fundido y cumple con la misión de servir soporte a varios elementos del propulsor.

Esta cabeza del motor es la parte de mayor complejidad e importancia a la hora de diseñar una unidad de potencia, puesto que debe hacer frente a altas temperaturas y grandes cargas en la cámara de combustión. Se sitúa sobre el bloque motor.

Además, como nexo de unión entre la culata y el bloque motor, encontramos la junta de la culata cuyo cometido no es otro que aportar estanquidad al conjunto, o lo que es lo mismo, evitar que entren partículas externas al interior. De este modo, se evitan fugas de gases de combustión, de anticongelantes o de aceites procedentes de los canales de lubricación.

3. Los cilindros y pistones

En el interior del bloque motor, encontramos los cilindros, denominados así por su forma geométrica. Su función es alojar a los pistones, que se desplazan en el interior de los mismos.

En los motores de combustión, la explosión tiene lugar en el interior de los cilindros con la imprescindible colaboración de los citados pistones y otros elementos. Ambos elementos son el origen de la energía mecánica que, posteriormente, se convertirá en energía cinética, es decir, en movimiento para desplazar el coche.

Como decíamos, los cilindros se encuentran insertados en el bloque motor y, en ellos, se inyecta gasolina y aire mientras baja el pistón. Cuando el citado pistón sube dentro del cilindro se comprime la mezcla, que explota gracias a la chispa de la bujía o, en los motores diésel, a consecuencia de la propia presión. A continuación, el pistón baja, produciéndose la combustión para, finalmente, expulsarse los gases quemados cuando el pistón vuelve a subir.

4. El árbol de levas

El árbol de levas es un eje o barra de rotación que incorpora una serie de palas o levas, encargadas de accionar el cierre y apertura de las válvulas. Se sitúa sobre la culata del motor y, en ciertas ocasiones, pueden existir dos: una para las las válvulas de escape y otra para las de admisión.

Los árboles de levas permanecen unidos por el cigüeñal a través de la correa de distribución. A su vez, también contribuyen a repartir aceite para el motor, ayudando a que funcione la bomba de combustible.

Cuando accionamos el motor de arranque mediante la llave de contacto, esta acción genera el movimiento del cigüeñal a través de un impulso eléctrico, lo que provoca que las bielas empujen y retraigan los pistones hacia los cilindros, comprimiendo la mezcla de combustible y aire generando esa chispa necesaria que activa las bujías en la cámara de combustión.

5. El cigüeñal

El cigüeñal, instalado en el interior del bloque motor, es el encargado de transformar el movimiento lineal de los pistones en circular, con el objetivo de que este pueda ser utilizado para mover las ruedas a través de la transmisión. Así pues, las bielas son, en cierto modo, como los pedales de una bicicleta que hacen girar, en este caso, al cigüeñal.

Como ya hemos comentado, en el momento en el que se produce la combustión en el interior de los cilindros, la propia combustión mueve los pistones, que trasladan dicha energía a través de las bielas al cigüeñal, que a su vez está conectado al volante del vehículo. Mediante el embrague en una caja de cambios manual o a través de un convertidor de par en una automática, este movimiento se transmite finalmente a las ruedas.

6. El cárter

En la base del motor y atornillado al bloque aparece el cárter, que tiene forma de bañera y se encarga de albergar el aceite que mantiene tanto lubricados como refrigerados todos los componentes del conjunto.

El cárter suele estar fabricado en aleaciones de aluminio o en chapa de acero y su forma cóncava incorpora chapas que permiten frenar el movimiento del aceite en su interior como consecuencia de las inercias provocadas por el movimiento del coche.

La forma cóncava de este elemento es de vital importancia, puesto que, gracias a ello, el aceite cae hacia la zona más baja del cárter para que la bomba de aceite pueda succionar todo el lubricante y enviarlo así al resto del motor. Y no sólo eso, también su material es relevante para la función que desempeña, ya que debe servir de disipador del calor que el aceite lleva consigo con el objetivo de que se enfríe antes de volver a ser succionado por la bomba.