
Aston Martin lo ha vuelto a hacer, una marca que con cada nuevo modelo aprecía tocar su asíntota, presenta un nuevo modelo tan bello como prestacional y lo mejor de todo, en una época donde las marcas optan por la hibridación y la electricidad, el Vanquish opta por montar un motor V12 de 5.2 litros de doble turbo bajo el capó que desarrolla 835 CV y 1.000 Nm de par.
A través del V12 , junto con un chasis a medida con un aumento de 80 mm de distancia entre ejes y un 75% más rígido que el anterior buque insignia de la marca, el DBS 770 Ultimate, así como elementos clave como el diferencial trasero electrónico que le permite una agilidad en curva muy superior, o los amortiguadores adaptativos Bilstein DTX, se ha convertido en el vehículo de producción de la marca inglesa con mayor velocidad punta registrada (345 km/h).

Pero no se puede salir a bailar sin unos buenos zapatos y un buen esmoquin, es por ello que este modelo opta por utilizar unos neumáticos Pirelli P ZERO de 21 pulgadas desarrollados exclusivamente para la marca, y una caja de cambios ZF de 8 velocidades que hace que sea el primer modelo de la marca con un V12 en usar este tipo de cambio.
Y por si esto no era suficiente, este nuevo modelo cuenta con un sistema denominado como "Boost Reserve", el cuál funciona con un sistema de reserva de sobrealimentación, que aumenta la presión del turbo por encima del rendimiento que tendría habitualmente el coche, para garantizar así las máximas prestaciones y haciendo de la entrega de potencia algo inmediato.

El diseño es algo único para lo que acostumbra la marca, acusado de seguir una línea de diseño clásica y demasiado similar entre los diferentes modelos, Aston Martin utiliza este nuevo Vanquish para presentar un aspecto renovado pero clásico al mismo tiempo, un coche fiel al estilo y elegancia de la marca pero con un lavado de cara que resulta en una silueta tan bella como necesaria, eso sí, a un servidor no deja de recordarle en gran medida al Ferrari 12 cilindri.
En el interior, el habitáculo es tan lujoso y cómodo como deportivo, la consola central se sitúa más bajo permitiendo así un mayor espacio para los ocupantes. Además, en un momento donde las pantallas son las protagonistas del interior en la mayoría de nuevos modelos, Aston Martin apuesta por lo mejor de ambos mundos: mantener los controles físicos como interruptores y botones, junto con una pantalla de 10,25 pulgadas en el cockpit y una pantalla central del mismo tamaño.

Aston Martin apuesta así por renovar al completo su gama de vehículos como están haciendo otras marcas como Audi, y como te contábamos hace poco con los modelos Vantage o DBX707. Esto, con el objetivo de como dice su Director Ejecutivo, Lawrence Stroll: "Coronar la nueva generación de coches deportivos de la marca. Este es un modelo que cumple nuestra misión de crear los coches más potentes, bellos y emocionantes del mercado de los deportivos de ultralujo".
Su producción se sitúa por debajo de las mil unidades anuales para que el trabajo sea preciso y bien elaborado, y las primeras unidades están previstas que lleguen a comienzos del cuarto trimestre de este año.