
Los responsables de Opel han sabido adaptar los conceptos de la familia de modelos de la marca alemana a las plataformas y mecánicas del grupo Stellantis. Pero los cambios más importantes han llegado con las mecánicas eléctricas, como la de este Astra que probamos esta semana.
El Opel Astra lleva más de cincuenta años en el mercado tanto con esta denominación como la de su antecesor, el Kadett. Un vehículo del segmento compacto, que siempre ha estado muy bien valorado por sus clientes europeos. Por un lado su robustez mecánica, pero también por su buen comportamiento dinámico o por su equipamiento completo. Éste ha brillado por sus sistemas de iluminación avanzados o por unos asientos pensados para ofrecer un confort óptimo y una posición muy buena y saludable para el cuerpo humano.

Por ello, para los técnicos de la nueva marca Opel, el reto fue el de mantener la imagen y el magnífico pasado de su Astra en un coche moderno y con futuro, basado en las mecánicas y tecnología del grupo Stellantis. Y el resultado se ha logrado plenamente. Ahora, la gama del Opel Astra cuenta con una amplia variedad de versiones, que van desde un pequeño gasolina con motor tricilíndrico hasta este modelo eléctrico que hemos probado esta semana.
De hecho, la oferta del Astra es la más completa dentro del segmento compacto, porque con la misma carrocería se ofrece desde ese pequeño motor de gasolina de 110 CV y una variante de 130 caballos. A ellos se ha sumado recientemente una opción híbrida muy interesante con la caja de cambios automática electrificada que le aporta la etiqueta "eco" en un motor de 136 CV. La gama se completa con dos opciones híbridas enchufables con 180 o 225 caballos de potencia combinada.
También versión de gasóleo
La guinda de este pastel viene con una variante de gasóleo, con un motor 1,5 de 130 caballos. Porque, aunque nuestros políticos llevan años queriendo matar los coches diesel, estos tienen todavía un buen futuro. Es más, en Alemania en lo que va de año están bajando más del 15% las ventas de eléctricos y suben las de vehículos de gasóleo, pese a que cada día hay menos coches que se ofrecen con esta opción mecánica.

Para proporcionar todas las opciones al comprador de un Opel Astra, hace unos meses llegó la versión más esperada e innovadora, la eléctrica. El coche es idéntico al resto de la gama en todos sus aspectos, salvo pequeños detalles estéticos como en su frontal. Este cambia al no necesitar esa refrigeración para el motor, lo que repercute en una mejora de su aerodinámica. Y también con unas llantas específicas para ofrecer la mejor recuperación de energía.
Opel Astra y Peugeot 308
En este sentido el nuevo Opel Astra se suma a su hermano dentro del grupo Stellantis, el Peugeot 308 que ofrece también todo tipo de versiones mecánicas para su nueva generación. Y también se ofrece con las dos carrocerías, la de tipo compacto y la variante familiar que mejora notablemente su versatilidad de uso. En cuanto a los precios, los del Astra son algo más ajustados que los del modelo francés.

La clave de este nuevo Astra eléctrico está en su mecánica eficiente. Esta se basa en un motor eléctrico que va situado en el eje delantero y que por ello acciona las ruedas delanteras. En este sentido es como su antecesor el Astra más tradicional de tracción delantera. Su motor proporciona un comportamiento alegre, con una capacidad de aceleración más que suficiente.
170 km/h de velocidad máxima
En cuanto a su velocidad, autolimitada en 170 km/h, es más que razonable para los tiempos que corren. Permitir una velocidad más alta haría que su autonomía eléctrica fuera aún más limitada. Y es que salvo casos raros, el conductor de un coche eléctrico busca por encima de todo una conducción eficiente y tranquila.
En este sentido hay que dejar claro que este no es un coche pensado para hacer viajes largos por carretera. No lo es porque los técnicos de la marca han optado por emplear una batería bastante pequeña para el coche, de 54 kWh. Con ello, y pese a que su consumo es bastante razonable, con un valor homologado por debajo de los 15 kWh/100 km, es un vehículo algo limitado en carretera.

Porque ese valor de 14,8 kWh es en ciclo mixto. Si queremos rodar por una carretera de primer orden, una autovía o autopista, y hacerlo a 120 km/h, entonces veremos cómo su consumo aumenta notablemente hasta situarse en los 17 kWh e incluso por encima. Y tendremos menos de 300 km reales de autonomía. Otra cosa es si circulamos por carreteras secundarias, con una velocidad máxima de 90 km/h e incluso por debajo de esta cifra en algunas zonas. En este tipo de recorrido sí podremos recuperar esa autonomía más próxima a los 400 km.
Un detalle que me gusta mucho de este modelo es que es muy sencillo de conducir. Tan solo tres modos de conducción, los habituales eco, normal y sport. Ni siquiera tiene levas en el volante y tan solo podemos actuar sobre la tecla "B". Situada en la parte inferior del selector del cambio, sirve para aplicar un mayor grado de regeneración. En todo momento el conductor tiene muy visible lo que está pasando, si se funciona ahorrando electricidad, si se está recargando la batería o si se funciona en el modo "power", gastando más de lo debido.
Batería grande o pequeña
Ese es un debate permanente en torno al coche eléctrico. De momento, hasta que llegue una nueva tecnología de baterías en la que se está trabajando, la única forma de conseguir más autonomía es hacerlo con una batería más grande. Eso supone más peso, más consumo y, lo que es aún más importante, un notable aumento de precio. Ante este dilema, los responsables de la marca alemana han optado en este caso por una batería algo más pequeña.

El coche funciona muy bien en zonas urbanas, donde proporciona una gran reactividad ante la más mínima presión sobre el acelerador. Además, esa etiqueta "0 emisiones" le proporciona una gran libertad de movimientos en las grandes ciudades. Y también funciona muy bien en carretera, donde proporciona un magnífico comportamiento dinámico. Es un coche que se mueve muy plano, tiene unas suspensiones bastante firmes. Con ello, garantiza una buena estabilidad , incluso cuando rodamos más rápido de lo normal.
Pero para una utilización en carretera no hay que olvidar esa limitación mencionada de la autonomía limitada. A este pequeño "pero" por su autonomía hay que añadir otro aspecto, aunque menos importante. La potencia máxima de recarga en corriente continua es de 100 kW. Eso limitaría un poco su utilización en otros países donde sí hay muchos puntos de recarga potentes. En España, la infraestructura todavía está en pañales y hay tan pocos puntos con más de 100 kW que esta limitación casi pasa desapercibida.
Habitáculo confortable
Su habitáculo tiene unas dimensiones buenas, con unas plazas delanteras muy amplias y con las traseras algo más justas en cuanto a espacio para las piernas, pero bastante confortables en su utilización. Es un coche con el que se pueden hacer desplazamientos largos, aunque con esa limitación sobrevenida por su batería pequeña, por lo que tampoco puede crear problemas a sus ocupantes.

En su interior aporta un puesto de conducción con las dos pantallas ya habituales, el cuadro de instrumentos configurable y la de la consola central. Esta proporciona visión 360 grados, lo que permite unas maniobras muy seguras. El Astra aporta algo que cada día es menos frecuente pero que, al menos yo, agradezco mucho: los botones de acceso rápido al sistema.
Debajo de la pantalla, muy fáciles de ver y accionar, encontramos dos filas de botones con los que poder llegar fácilmente a todo lo que necesitemos del sistema. En una de ellas los diferentes mandos del sistema de climatización y en la otra el acceso a las cosas más interesantes, la vista general del sistema, y además tiene un selector giratorio para subir o bajar el volumen del equipo de sonido de forma inmediata.
Maletero limitado por su batería
Otro aspecto que no quería dejar de comentarles es el que se refiere a su maletero. Si las versiones de gasolina y gasóleo del Astra disponen de un volumen de carga de 422 litros, en esta versión eléctrica al llevar parte de su batería bajo el piso del maletero este se reduce hasta los 352 litros. Es decir, 70 litros menos respecto a las versiones térmicas.

Pero como casi todo en la vida tiene solución. Para los que además de buscar un coche como el Astra eléctrico necesitan algo más de maletero, dentro de la misma familia del Astra se ofrece una variante de carrocería familiar. Es el Sports Tourer, cuyo maletero en esta versión eléctrica tiene una capacidad de 516 litros. Y la diferencia de precio entre ambas variantes de carrocería a igualdad de equipamiento es de unos 1.200 euros. Sin duda, para los que necesiten una mayor versatilidad de uso, más espacio en la parte trasera para llevar objetos más grandes, esta puede ser la mejor opción.
Ficha Técnica Opel Astra E
Motor eléctrico delantero
Potencia máxima: 156 CV
Par máximo: 270 Nm
Velocidad máxima: 170 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h, 9,2 segundos
Tracción: Delantera
Batería: 54 kWh (50,8 kWh de carga útil)
Consumo homologado WLTP en ciclo combinado 14,8 kWh.
Autonomía homologada WLTP: 419 KM
Potencia de recarga: hasta 100 kW en CC y hasta 11 kW en CA.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,37 x 1,86 x 1,46 metros
Capacidad maletero: 352 litros.
Peso en vacío: 1.710 kg.
Precio: 34.900 €.