Tesla ha presentado los resultados correspondientes al segundo trimestre de su actual año fiscal, y la firma que lidera Elon Musk ha decepcionado a los inversores. A pesar de batir las estimaciones de ingresos, la firma ha revelado que sus beneficios se han desplomado un 46% interanual. En dólares contantes y sonantes, la firma ha obtenido unos beneficios de 1.610 millones de dólares, frente a los 1.810 millones esperados por los analistas y los 2.703 millones del mismo periodo del año anterior. Y ha avisado de que en lo que queda de este año, las expectativas no son mucho más favorables.
En el lado positivo están los ingresos: Tesla superó las expectativas al registrar 25.500 millones frente a los 24.600 esperados por el mercado. La clave de su encrucijada está en que los ingresos han aumentado un 2%, mientras que los costes del negocio se han disparado un 39%, en parte por la oleada de inversiones en IA.
Por si fuera poco, la firma estadounidense ha comunicado que espera un crecimiento del volumen de ventas "notablemente más bajo" de lo calculado previamente. No obstante, la compañía ha proporcionado una serie de mensajes optimistas a los inversores, indicando que espera iniciar la producción de nuevos vehículos en la primera mitad de 2025. Además, Tesla tiene previsto comenzar a construir una fábrica de camiones para finales del año que viene. Adicionalmente, también ha prometido acelerar la manufactura de coches a lo largo de este año, y que el Cybertruck dará beneficios al cierre de 2024.
Sin embargo, los analistas han puesto más atención en los números que en las promesas, por lo que Tesla ha llegado caer un 5% en los primeros compases del after-hours.
Además, la firma ha registrado una mengua de las ventas de su línea de vehículos tradicionales (los llamados 'S3XY'), así como una caída del precio medio de comercialización de estos automóviles. A todo ello se ha sumado un incremento de costes vinculado a los proyectos de IA y software. Musk espera que el desarrollo de estos elementos se acelere y su beneficio supere, eventualmente, al de los coches. En este sentido, el incremento de los costes sin resultados tangibles podría afectar a los planes de Tesla relativos a la autoconducción, elemento que Musk considera la clave del futuro de los coches.
Por lo pronto, el CEO de la firma ha repetido su promesa de los 'robotaxis', que sigue siendo uno de los objetivos del futuro más inmediato para Tesla.