
¿Viviremos un futuro próximo donde los robots humanoides harán por nosotros las tareas más arduas y, lo más importante, redundará todo esto en una economía de la abundancia y no de la escasez? ¿Puede ser Tesla el puntal de esta transformación y superar a gigantes tecnológicos como Apple y Microsoft?
Elon Musk está convencido de que sí, quien ha presentado su visión de futuro ante la junta de accionistas de Tesla después de que aprobaran su astronómico sueldo de 56.000 millones de dólares.
El cofundador de Tesla apunta a un futuro donde robots humanoides y robotaxis impulsarán a la compañía hasta ahora de coches eléctricos a un valor sin precedentes. Veamos hasta qué punto ha dejado volar la imaginación o no.
Euforia futurista cortesía de Elon Musk
Además de su sueldo, Elon Musk se mostró eufórico y ha conseguido que la junta de accionistas aprobase además el traslado del domicilio social de la compañía de Delaware a Texas.
Parece que impulsado por todas estas buenas noticias para sus intereses, aseguró que Tesla podría llegar a alcanzar una capitalización de mercado diez veces mayor que Microsoft y Apple (que valen 3,29 billones de dólares y 3,25 billones de dólares, respectivamente).
Las proyecciones de Musk son tan ambiciosas como fascinantes. Tomando estos datos como referencia, Musk asegura que Tesla podría alcanzar un valor de alrededor de 32 billones de dólares, pese a que actualmente el valor global de sus acciones es de 560.000 millones. Para conseguir este anhelo, el magnate aboga por el poder de las enormes ventas del robot humanoide Optimus y de las ventas masivas de coches eléctricos.
Musk tiene como meta producir alrededor de mil millones de robots Optimus al año, esperando que Tesla genere aproximadamente 10.000 dólares por cada unidad, considerando que su precio de venta oscilaría entre 20.000 y 30.000 dólares.
Según las proyecciones de Musk, con un precio base de 20.000 dólares y la venta de 100 millones de unidades cada año, Tesla podría alcanzar ingresos de un billón de dólares anuales. Esto también aumentaría la capitalización de mercado de la empresa en 20 a 25 billones de dólares. Sin embargo, no se prevé que los robots Optimus estén disponibles en el mercado antes del final de 2025.
El robot humanoide Optimus
La escala de producción que propone es sin precedentes, y el Optimus parece todavía preparado para salir a la venta con garantías. La idea de tener mil millones de robots trabajando en fábricas, hogares y otras aplicaciones suena a ciencia ficción, pero Musk está convencido de que es alcanzable.
Según sus proyecciones, para el año 2025, Tesla podría tener más de 1.000 robots Optimus operativos dentro de sus propias fábricas, mejorando la eficiencia y reduciendo los costes laborales.
Sin embargo, la producción masiva de robots humanoides presenta desafíos técnicos y logísticos. La integración de inteligencia artificial avanzada, sistemas de movimiento precisos y una fabricación a gran escala requerirá innovaciones significativas y posiblemente nuevos enfoques en ingeniería y producción.
Su concepto de robotaxis
Además, Musk apunta a los robotaxis como otra fuente crucial de ingresos. Estos vehículos autónomos combinarán servicios similares a Airbnb y Uber, ofreciendo transporte compartido sin necesidad de un conductor humano. Se estima que este mercado podría añadir hasta 5 billones de dólares a la capitalización de Tesla. Sin embargo, estos planes también tienen un largo camino por recorrer, ya que no se espera que los robotaxis estén operativos antes de 2027.
El concepto de los robotaxis no es nuevo para Tesla. Desde hace años, Musk ha hablado de una red de taxis autónomos que permitiría a los propietarios de Tesla ganar dinero mientras duermen, alquilando sus vehículos a través de una plataforma automatizada. Esta visión se ha enfrentado a numerosos obstáculos, desde la tecnología de conducción autónoma que aún no es completamente fiable, hasta la regulación gubernamental que es estricta y variada en diferentes regiones.
La propuesta de Musk para los robotaxis se basa en una combinación de tecnologías avanzadas de inteligencia artificial, sensores de alta precisión y una infraestructura robusta de red. La idea es que estos vehículos puedan operar de manera segura y eficiente sin intervención humana, ofreciendo un transporte conveniente y económico. Sin embargo, la implementación de este sistema requiere no solo avances tecnológicos, sino también un cambio en la percepción pública y la aceptación regulatoria.
Un repaso por los 3 planes maestros de Tesla y qué se ha cumplido
Que Elon Musk aporte de vez en cuando esta especie de pinceladas sobre el futuro no es ni mucho menos nuevo. De hecho, Tesla se ha guiado desde sus inicios por sus denominados "planes maestros". Ahora mismo van por el tercero.a
El primer plan maestro de Tesla, revelado en 2006, estableció las bases de la compañía: construir un coche deportivo (Tesla Roadster), utilizar ese dinero para desarrollar un coche más asequible (Model S), y finalmente producir un coche aún más barato (Model 3). Este plan también incluía ofrecer opciones de generación de energía eléctrica sin emisiones, como los paneles solares de Tesla. Este plan se ha cumplido en gran medida, con Tesla posicionándose como líder en el mercado de vehículos eléctricos y energías renovables.
El Roadster demostró que los coches eléctricos podían ser rápidos y emocionantes, desafiando la percepción pública de que eran lentos y poco atractivos. Con el Model S, Tesla elevó el estándar de lujo y rendimiento en el mercado de coches eléctricos. El Model 3, por otro lado, hizo que los coches eléctricos fueran accesibles para un público más amplio, contribuyendo significativamente a las ventas y popularidad de Tesla.
Además, la iniciativa de energía solar de Tesla, aunque no tan prominente como su línea de vehículos, ha avanzado con la instalación de paneles solares y la producción de la Powerwall, una batería para el hogar que almacena energía solar.
Los planes 2 y 3 que no ha acabado de cumplir
Publicado en 2016, el segundo plan se centró en expandir la gama de vehículos eléctricos, desarrollar sistemas de energía solar y lograr la autonomía completa de los vehículos. Si bien Tesla ha lanzado nuevos modelos como el Tesla Semi y el Cybertruck, y ha avanzado en su negocio de energía solar, la promesa de vehículos totalmente autónomos aún no se ha materializado completamente. La función "Full Self-Driving" sigue requiriendo supervisión humana y ha enfrentado críticas y desafíos regulatorios.
El Tesla Semi, un camión eléctrico, promete reducir los costes operativos y las emisiones en la industria del transporte de mercancías. Aunque su producción se ha retrasado, las primeras unidades han comenzado a entregarse. El Cybertruck, con su diseño futurista y características robustas, ha generado un gran interés y preórdenes, pero su producción en masa también está en el horizonte.
En cuanto a la autonomía completa, Tesla ha hecho progresos significativos, pero la tecnología aún no ha alcanzado el nivel de seguridad y fiabilidad necesario para eliminar completamente al conductor. Los sistemas de conducción autónoma de Tesla han sido objeto de escrutinio y regulación, lo que ha ralentizado su despliegue generalizado.
Hasta el plan maestro 3
El tercer plan maestro, revelado en 2023, va más allá del transporte. Se enfoca en la eliminación de los combustibles fósiles en todos los sectores, incluyendo la energía, la climatización y el transporte marítimo y aéreo. Musk proyecta que se necesitarán inversiones de 10 billones de dólares para lograr una civilización de energía sostenible, un objetivo ambicioso que aún está en sus primeras etapas.
Este plan incluye la integración de energías renovables a la red existente, la producción de más vehículos eléctricos, la instalación de bombas de calor en hogares y edificios, y el desarrollo de aviones y barcos con combustibles sostenibles. Musk afirma que estas iniciativas pueden lograrse con una fracción de los recursos del planeta, haciendo énfasis en la eficiencia y sostenibilidad.
Uno de los elementos más innovadores del tercer plan es la propuesta de utilizar menos del 0,2% de la superficie terrestre para la infraestructura de energía renovable. Esto incluye parques eólicos y solares, que junto con las baterías avanzadas de Tesla, proporcionarían una red de energía robusta y fiable.
Aunque algunos de sus planes pueden parecer utópicos, su historial de logros en Tesla demuestra que hay que tenerlo en parte en cuenta. La pregunta sigue siendo si los robots Optimus y los robotaxis podrán llevar a Tesla a superar a gigantes tecnológicos como Apple y Microsoft. Solo el tiempo dirá si estas visiones futuristas se convierten en la próxima gran revolución tecnológica o en un meme como los que tanto gusta a Elon Musk.